
Un ciudadano cubano con un formulario I-220A se encuentra actualmente detenido en el Centro de Inmigración de Krome y corre el riesgo de ser deportado debido a su participación en una persecución policial a alta velocidad que excedió las 120 mph en la autopista Palmetto (SR-826) en Miami, que finalmente terminó con su vehículo volcado.
En la noche del 16 de marzo, un agente de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP) notó a García Estrada conduciendo un Ford Mustang negro adornado con rayas blancas de manera peligrosa, viajando hacia el oeste cerca de la Avenida 67 del Noroeste.
Según las fuentes de noticias locales que hacen referencia al documento del arresto, el oficial intentó detener el vehículo activando sus luces y sirenas; sin embargo, el conductor aceleró rápidamente, pasando a otros vehículos y poniendo en riesgo a varios conductores.
La persecución continuó hacia la salida de la calle 122 Noroeste, donde el sospechoso no se detuvo ante una señal roja y se estrelló contra un automóvil blanco.
Aunque el accidente fue bastante severo, la policía logró liberar a García Estrada del auto, con la ayuda de un oficial de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade que estaba fuera de servicio.
García Estrada mostró una conducta agresiva tras su salida del auto y se resistió a la detención, por lo que la policía se vio obligada a usar una pistola Taser para someterlo.
Una vez dentro de la patrulla intentó persuadir al oficial proponiéndole un pago en efectivo a cambio de su libertad.
Ahora el cubano enfrenta acusaciones de resistirse violentamente a un oficial (dos cargos); eludir a la policía a alta velocidad en un vehículo marcado; intentar sobornar a un funcionario del orden público; y conducción imprudente que resultó en daños a la propiedad o lesiones a personas.
Al principio, lo trasladaron a la cárcel del condado (TGK) y posteriormente lo trasladaron al Centro de Detención de Krome debido a su estatus migratorio indocumentado.
Dos años y medio antes, García Estrada cruzó la frontera y entró a Estados Unidos, donde obtuvo una orden de libertad condicional I-220A.
“Mi mayor temor es que le den una deportación, porque no tiene la residencia y tengo miedo que lo dejan ahí mucho tiempo. Están entrando muchas personas y estoy viendo las cosas que están pasando”, dijo a Telemundo 51 un familiar que prefirió no ser identificado.
“Él me dice que se puso muy nervioso, que no sabía qué iba a hacer, que los nervios lo traicionaron. Cuando trató de frenar, no pudo tener control del timón y chocó” , “Él no ha dejado de cumplir con nada. Siempre se ha presentado y ha hecho las cosas correctas. Tenía metas, tenía proyectos, tenía pensado entrar a la escuela de enfermería a estudiar” , añadio.
“Yo quisiera decirle al juez que una cosa no tiene nada que ver con la otra”, termino expresando el familiar.