El pasado 20 de enero, Daniel Morales, un viajero residente en España, viajó a La Habana junto a su esposa, él traía consigo el resultado de un test negativo al coronavirus, que se había realizado 72 horas antes de abordar el avión, recoge CubaNet.
No obstante, en el Aeropuerto Internacional José Martí de la capital, le realizaron otra prueba PCR, por la cual pagó 30 euros, al cabo de los tres días de estar aislado en casa de su familia, lo fueron a recoger las autoridades, porque según ellos había dado positivo al virus.
Morales era positivo, pero su esposa no, pese a que compartían la misma cama, e hicieron el viaje junto hasta Cuba, diez horas uno al lado del otro en el avión.
Daniel fue trasladado en un autobús hasta un hotel en Guanabo, playas del este.
«Me llevaron a un hotel que ni recuerdo el nombre. El trato fue bueno, aunque no puedo decir lo mismo del personal que me fue a buscar a mi casa, ya que me dieron semejante noticia con una gran sonrisa en la cara», reveló.
«A los cinco días, tras someterme a un tratamiento con medicamentos que ni sé cuáles fueron y cobrarme 1 000 euros más por concepto de servicios y atenciones, me informaron que no tenía Covid-19», contó.
Cuando Morales cuestionó todo lo sucedido, los médicos justificaron que había sido un «falso positivo».
«Reclamé que me devolvieran mi dinero y me explicaron que no se podía porque ya el país había gastado recursos y medicamentos en mi persona. Solo me ofrecieron disculpas. Y yo me pregunto: ¿Y mi tiempo y mi dinero qué? Perdí cinco días que eran para estar junto a mi familia y además perdí 1 000 euros por un error de ellos. A Cuba no vuelvo más, puedes estar seguro de eso», aseguró.
Una cubana identificada como Ana Laura Díaz, prima de un cubano que reside en Miami, y viajó a la Isla, cree que los supuestos «falsos positivos» se han vuelto un «negocio redondo» para el régimen.
Según Díaz, «solo tienen que decir que el PCR es positivo y ya. Para mí que escogen las víctimas. Mi primo llegó de Miami y se lo llevaron días después porque, supuestamente, tenía COVID-19».
Ana Laura confiesa que aunque el PCR de Cuba dio positivo, su primo nunca tuvo síntomas.
«Le cobraron todo y casi ni pudimos estar con él. Le explicaron que era asintomático, pero positivo. Siempre nos quedó la duda, porque él no sintió nada nunca y la prueba que se hizo antes de viajar era negativa», indicó.
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