El cubano Gilberto Morales, de 57 años residente en Fort Hancock, en Texas, fue condenado a 38 años de cárcel por tráfico de drogas y de personas en una corte federal de Estados Unidos.
Morales fue declarado culpable por un jurado federal de un cargo de conspiración para poseer 1,000 kilogramos o más de marihuana; un cargo de posesión de 100 kilogramos o más de marihuana; un cargo de ser un delincuente en posesión de un arma de fuego; un cargo de conspiración para transportar extranjeros; un cargo de conspiración para albergar extranjeros; y un cargo de albergar a extranjeros según el Departamento de Justicia.
Según las autoridades Morales utilizaba un rancho en Fort Hancock para promover sus actividades de narcotráfico y contrabando de personas. El cubano coordinaba las operaciones ilegales con un cartel mexicano de la droga que opera desde Porvenir, Chihuahua, México.
Entre junio de 2019 y agosto de 2020, Morales introdujo de contrabando al menos 22.000 kilogramos de marihuana a Estados Unidos.
Durante el registro de la casa del cubano, las autoridades encontraron 11 armas de fuego y en el juicio, un jurado encontró a Morales culpable de ser un delincuente en posesión de aproximadamente 1,833 rondas de municiones variadas además de 11 armas de fuego. La condena anterior de Morales consistió en un cargo de conspiración con la intención de distribuir más de cinco kilogramos de cocaína en el Distrito Sur de Nueva York en 2009. Fue sentenciado a 50 meses de prisión.
Morales ha permanecido bajo custodia federal desde que fue detenido después de su veredicto de culpabilidad el 14 de agosto de 2020.
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