El polĆ©mico cantante de Ć³pera cubano Erich ConcepciĆ³n escribiĆ³ un carta abierta al presidente de Estados Unidos Donald Trump en respuesta a las palabras del mandatario sobre el 20 de mayo.
En la carta ConcepciĆ³n reclama a Trump las sanciones a la isla asegurando que los cubanos no las apoyan aunque muchas encuestas a cubanos en Miami quienes votan en las elecciones en Estados Unidos dicen lo contrario.
AquĆ les dejamos la carta abierta de Erich ConcepciĆ³n que fue escrita en ingles traducida al espaƱol.
SeƱor Presidente, quiero agradecer a los cubanos por sus felicitaciones en su DĆa de la Independencia el 20 de mayo. Quien le escribe es parte de la comunidad cubana en Miami. Una comunidad sufriĆ³ y se entusiasmĆ³ durante 60 aƱos, con las continuas promesas de todos los presidentes que pasaron por la Casa Blanca de ayudar a los cubanos a alcanzar su libertad, pero solo buscando los votos en torno a las elecciones, como en este caso. Nunca te he visto recordar nuestro dĆa de la independencia y me sorprende que lo hagas ahora, solo que tengo algunas advertencias que hacer.
SeƱor Presidente, los cubanos no apoyan a nadie que busque restricciones que desde la antigĆ¼edad solo han afectado al pueblo de Cuba. Los cubanos no apoyamos a nadie que intente separar a nuestras familias, mĆ”s que el rĆ©gimen de la isla. Los cubanos estĆ”bamos entusiasmados con la llegada de Internet, el auge de las empresas privadas y la reuniĆ³n de la familia cubana. EstĆ”bamos tan emocionados que la dictadura temblĆ³ y la represiĆ³n empeorĆ³ por temor a que se saliera de control.
Pero sucede, seƱor presidente, que alguien cercano a usted se hizo cargo de dinamitar la Ćŗnica luz posible del cambio, volviendo a las polĆticas que ya han fallado una y otra vez.
Hace 30 aƱos que Ā«nuestro dĆa se acercaĀ». Ahora la canciĆ³n es mĆ”s corta y todavĆa no tiene mĆŗsica, ahora la canciĆ³n es Ā«El Cambio es YaĀ». Pero yo, que ya no vivo de ilusiones, me refiero solo a la prĆ”ctica y los hechos. El cambio, el que usted dice que quiere para nosotros, no puede ser posible, cuando paga una inmensa cantidad de dinero a la dictadura, por cada hermano nuestro deportado a Cuba, independientemente de su destino, persecuciĆ³n o vida fallecida. Nunca imaginĆ³ que el paĆs de la libertad clavarĆa un cuchillo en los corazones de aquellos que exigen libertad y derechos y huirĆa del mismo lugar del que huyeron nuestros mayores, debido a la imposibilidad de ejercer nuestros derechos nacionales.
ĀæCĆ³mo puedes felicitar a 25 mil cubanos que lloran en la frontera, atrapados por la desesperaciĆ³n, la inseguridad, la extorsiĆ³n y la muerte, a su vez, esperan que caigan en sus manos y los deporten, pagando grandes cifras al bolsillo directo de RaĆŗl Castro? ĀæQuiĆ©n le da oxĆgeno a la dictadura con esta actitud, seƱor presidente? Restringir las remesas a nuestra familia, nuestros ancianos y nuestros hijos, nuestros padres, no estĆ” dando oxĆgeno a la dictadura, no estĆ” permitiendo que los nuestros mueran, mientras que es usted quien apoya la dictadura, negociando el dolor de quienes la huyen.
Creo que no entiendes algo que estĆ” oculto para ti. En Miami, el voto nunca te ha favorecido, en Miami los demĆ³cratas ganaron y ganarĆ”n, porque no has hecho nada a favor de los cubanos. Usted ha restringido nuestro encuentro con la familia y se ha negado a recibir a nuestra familia en la frontera, que estĆ” huyendo del flagelo del comunismo.
Pero puedes cambiar las cosas. Dile a Marco Rubio que le haga la historia correcta. DĆgale que, aunque algunos pueden hacer ruido en Miami, con coros de odio, la gran mayorĆa de los cubanos guardan silencio y sufren esta realidad y no vamos a votar por quiĆ©n nos da la espalda. Se agradecen las felicitaciones, pero se necesitan hechos. Firmas una orden ejecutiva, que permite a los cubanos ingresar de manera ordenada y con el rigor y los filtros necesarios, para que puedan salir de la frontera de MĆ©xico en los prĆ³ximos 3 meses y para que no haya efecto de llamada, ponte en una clĆ”usula, que Solo serĆ” posible pasar a los cubanos que ya estĆ”n registrados en la frontera, o que pueden demostrar que estĆ”n en MĆ©xico antes de la orden ejecutiva que emiten. Deja de darle la espalda a una situaciĆ³n de extrema humanidad. SeƱor Presidente, los cubanos que estĆ”n en la frontera y su destino serĆ”n clave para su reelecciĆ³n.
Si hace lo que yo y todos los que apoyamos esta carta le pedimos que tenga la seguridad de que, como deuda, harĆ© campaƱa por su reelecciĆ³n y la familia y amigos que sufren por sus seres queridos en la frontera, tambiĆ©n le darĆ”n El voto.
Estados Unidos volverĆ” a ser grandioso, cuando rescate su amor por aquellos que buscan su libertad y mantendremos a Gran AmĆ©rica, cuando hayamos rescatado la altura de los valores que desaparecen impunemente. No, seƱor presidente, los cubanos, que le han dado tanto amor a este paĆs y que han podido construir con mucho esfuerzo y esfuerzo, una de las ciudades mĆ”s importantes del mundo, Miami, no pueden ser excluidos del muro que usted quiero construir. ConfĆo en que alguien le informarĆ” de esta carta y con ella, mi compromiso de contribuir a su reelecciĆ³n, si cumple con la integridad de no dejar la nuestra abandonada. No serĆ”n una carga pĆŗblica, todos tienen familiares y amigos en los Estados Unidos y tenemos una ley que en un aƱo les darĆ” estatus legal para contribuir trabajando y fortaleciendo a este paĆs.
Con mi palabra comprometida, espero que reaccione a mi pedido, mientras le pido a Dios que ilumine su difĆcil misiĆ³n a la cabeza del paĆs.
Esperando, me despido, pidiƩndole a Dios que lo bendiga y bendiga a los Estados Unidos de AmƩrica.
Lon
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