Daniel Llorente Miranda, un cubano de 52 años, se paró a esperar la salida de Obama con una camiseta con la bandera cubana y una bandera estadounidense sobre sus hombros, esto ocurrió junto a grupo de curiosos, policías y operativos de la seguridad vestidos de civil.
“Fue un discurso muy honesto y muy esperanzador. El gobierno de Estados Unidos no puede venir a imponer libertad, tiene que ser el pueblo cubano el que se lo diga al gobierno. La libertad no cae como agua del cielo”, comentó Daniel.
Al parecer, ningún policía se atrevió a molestarlo por portar la bandera de Estados Unidos.