Armando Franco Martínez, un cubano catalogado como excluible y deoportado por Estados Unidos en mayo del 2013 cuanta sus penurias en la isla.
«No tengo todavía donde vivir, mi sobrina me trajo para aquí. Yo no estoy apuntado aquí en nada (…) llevo cuatro años viviendo aquí en este mismo lugar. He ido a todas las dependencias de aquí de Cuba, a todas las que hay que ir, todos los canales y aún así no me quieren resolver», dijo.
«Me porté bien, me dieron la libertad y me mandaron para un centro de detención en Florida, en la ciudad de Miami. Me dijeron que Cuba tenía 90 días para aceptarme o no aceptarme (…) a los 56 días Cuba le dio el visto bueno de que sí, que me podían a mandar para acá», dijo.
En Cuba enfrenta los problemas cotidianos de muchos cubanos, casas en malas condiciones, la carestía de la vida y los alimentos y la burocracia.
«Estoy trabajando pero eso fue una cosa que me costó bastante trabajo conseguir porque al no tener dirección yo aquí en este país, si usted no tiene un número de carné de identidad, usted no puede recibir tratamiento médico y no puede trabajar», indicó Franco Martínez.