Un cubano recientemente llegó por segunda vez a Estados Unidos para reencontrarse con su familia tras ser deportado con I-220B en noviembre del pasado año. Gracias a las gestiones de su abogado y su preparación para la entrevista logró ingresar esta vez mediante la cita de CBP One en la frontera sur con México.
Yoan Enríquez se reunió con su madre, esposa e hija en Tampa, Florida después de varios meses de angustia, pero antes tuvo que realizar una travesía por los países centroamericanos hasta llegar a México y permanecer dos meses allí hasta que le notificaran su entrevista y presentar su caso antes los oficiales de inmigración.
En contraste con la primera vez en la que según él le hicieron firmar el documento donde decía que era I-220B, en esta le otorgaron un parole que le permite al año y un día aplicar a la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano sin temor a ser deportado nuevamente.
El cubano en entrevista que ofreció a Telemundo 51 comentó cómo fueron los duros momentos de separación de su familia y su reencuentro con su hija meses después. «El primer día ella me miraba, como pensando: lo conozco, pero nunca lo he tenido delante», dijo Enríquez desde su casa «Durante estos meses, nunca perdimos el contacto por videollamadas, pero necesitaba era con ella y verla crecer».
En el año 2020 el antillano ingresó a los Estados Unidos de forma ilegal por la frontera y estuvo detenido varios meses en uno de los centros de inmigrantes hasta que lo liberaron con orden de deportación (I-220B) teniendo en cuenta que había perdido la entrevista del miedo creíble.
«Como uno no sabe inglés, ellos te dicen: firma aquí, que esto es lo que tú dijiste en la entrevista de miedo creíble, y uno firma. Sin embargo, en esas supuestas declaraciones que está en papel, hay cosas que uno nunca mencionó. Conozco a varias personas en situaciones similares», explica que el cubano sobre su experiencia.
Explica que por un período de tiempo tuvo que presentarse antes los agentes de Inmigración para darle seguimiento a su proceso en lo que su vida se desarrollaba en el país norteo. Pero en noviembre pasado después que EE.UU y Cuba volvieron a cooperar en materia de deportaciones, lo citaron, lo trasladaron a un centro de detención y con las esposas puestas fue enviado en avión para la isla, según refiere su esposa Melissa Vera.
Yoan expone que no hubo momento en el cual lloró tanto como ese día. «No recuerdo un día en el que hubiese llorado tanto. Imagínate, regresar al mismo país del que saliste huyendo, porque allá te sentías preso. Fueron los meses más difíciles para mí», relata más calmado después de regresar.
Argumenta que regresar fue lo mejor que le pudo pasar tanto a él como a su familia. “De verdad fue el mejor regalo para mi esposa, para la niña y para mi mamá. Ahora, a empezar de nuevo, porque tengo muchas metas en este país que me ha dado una segunda oportunidad”, comentó a Telemundo.
Su abogado Miguel Inda Romero también mencionó cuan tedioso fue enfrentar este caso el cual incluso lo tomó personal ya que él creció sin su padre. “Este fue un caso muy personal, porque Yoan no merecía regresar a Cuba. Yo crecí sin mi papá y no podía permitir que su niña pasara por lo mismo”.
Muchos pensarán cómo Yoan consiguió entrar a Estados Unidos después de ser deportado si las leyes establecen desde 2023 como parte de las medidas de Biden para fomentar la migración segura que quien ingrese ilegalmente al país será devuelto y no podrá ingresar más hasta después de cinco años.
No obstante, Enríquez no se encuentra en esa situación ya que él entró por primera vez a Estados Unidos en el año 2020 y la ley que creó el Departamento de Seguridad Nacional comenzó a surtir efecto en el 2023.