El cubano Kendrys Morales anunció su retiro del béisbol profesional en una entrevista con ESPN Deportes el pasado viernes.
Tras trece años de carrera profesional en los cuales participó en destacados equipos como los Angeles Angels, Seattle Mariners, Kansas City Royals, Minnesota Twins, Toronto Blue Jays, Oakland Athletics y New York Yankees, el deportista cubano ha decidido abandonar el campo y dedicar más tiempo a su familia.
“Tomar esta decisión fue bastante fuerte, ¿no? Pero todo en la vida se acaba,” indicó Morales. “Pasé muchos años, desde Cuba, jugando béisbol y perdí mucho tiempo con mi familia. Esa fue una de las causas por la que tomé la decisión de retirarme, a ver si puedo recuperar el tiempo perdido. Además, el béisbol en Grandes Ligas ha cambiado y quizás no se valoran a peloteros veteranos como yo, así que es el mejor momento para esta decisión. Es muy duro, pero es la decisión correcta para mí y para mi familia”, dijo Morales.
Desde el 2019 Morales jugaba en los New York Yankees luego de ser transferido desde los Oaklands Athletics en mayo de ese año.
En la entrevista habló sobre la fractura de tobillo que sufrió en el 2010 que lo obligó a estar estar fuera del terreno por dos años y por la cual tuvo que someterse a cirugía en dos ocasiones.
“Prácticamente, yo me pasé la mayor cantidad de mi tiempo en Grandes Ligas con el tobillo operado,” dijo. “Esa lesión me provocó problemas en la rodilla y luego problemas en la misma cadera; también en la columna”.
“Ahí abajo también se me apretaba mucho por eso, porque tenía desde entonces muy poca movilidad en el tobillo. No fue fácil. El nivel de tratamiento que tenía que recibir muchos días para poder salir al terreno. Eso nada más lo vemos nosotros y los que estamos ahí adentro. La gente de afuera no ve nada de eso”, añadió.
Pero la lesión del cubano no restó de su éxito como deportista y la destacada carrera que hasta este momento ha liderado. Morales se retira con gratas memorias de muchos años de carrera y muchas personas que le acompañaron a lo largo de la misma.
“Hay muchas cosas buenas que recordar. Desde mi primer manager, ‘el gordo’ Mike Scioscia, quien fue tan exigente y tan bueno conmigo”, señaló Morales, entre risas. “Y luego ganar con ese increíble equipo en Kansas City, algo inolvidable”, recordó el cubano con emoción.
“Jugué con tantos buenos compañeros en tantos equipos; los voy a extrañar. Pero ahora prefiero mejor quedarme aquí en la casa. Viene el niño mío que si Dios quiere va a jugar pelota y me toca enseñarle. Me toca estar con mi familia. Para eso es que estoy yo aquí ahora”, concluyó Morales.
Terminó su carrera con 213 cuadrangulares, 714 impulsadas, promedio de .265 y 1,289 imparables, siendo el quinto cubano con más batazos de cuatro esquinas en Grandes Ligas. En estos momentos se mantiene como primero en jonrones entre los jugadores que provienen de la Serie Nacional Cubana.