Recientemente arribó a Florida un cubano de 54 años de edad por vía marítima que de ser repatriado a la Isla corre el riesgo de ser encarcelado, ya que utilizó un camión estatal para trasladar hacia la costa la balsa con la que emigraría de Cuba.
El camión fue sumergido en el agua varios metros para depositar la balsa en el mar antes de iniciar la travesía hacia Estados Unidos junto a otros balseros.
Esa acción conlleva a un “grave delito por el que podría ser condenado a varios años de prisión», dijo en declaraciones a América Tevé, su hijo, Juan Carlos Benítez, residente en la ciudad de Orlando:
“Mi papá no puede volver. Mi papá fue el que trasladó el bote hacia el mar, y después de eso se montó en el barco y salió. Bajo ningún concepto mi papá puede virar, que haga lo posible por no virar porque lo está esperando el DTI, la policía”
Este no es el primer medio de transporte estatal involucrado en el traslado de embarcaciones rústicas donde cubanos pretenden escapar de la crítica situación que viven en su país, donde la represión, falta de libertad de expresión y las penurias de todo tipo abundan.
Sin embargo, no es esta la única forma en que los camiones cubanos se vinculan con la creciente migración, pues a comienzos de diciembre una veintena de balseros cubanos arribaron con éxito a costas de Florida a bordo de una embarcación casera impulsada con un motor de camión ruso Kamaz, según imágenes compartidas en redes sociales por uno de los migrantes tras su llegada a los Cayos.
Desde el inicio del año fiscal 2023, el pasado 1 de octubre, la llegada de migrantes a costas de Florida se ha incrementado en un 400% según indicó la Patrulla Fronteriza (USBP). La mayoría de estos migrantes proceden de Cuba.