Un joven cubanoamericano Eddy Castellanos ofreció su testimonio, sobre la pesadilla que ha significado llevar días encerrado en un crucero en cuarentena, y exige a las autoridades un mejor manejo de la diligencia, porque teme que la persona que le lleva la comida a su camarote en el barco, pueda contagiarlo de coronavirus, informa Telemundo 51.
El joven de Miami habló aún a bordo del Grand Princess, actualmente anclado en la Bahía de San Francisco, luego de pasar unas paradisíacas vacaciones en el Pacífico, le informaron a los viajeros que la parada en México se cancelaría y que regresarían al puerto de California, porque habían decenas de pasajeros con una gripe fuera de lo normal.
Unas 3.500 personas permanecen a bordo del crucero, desde el pasado 3 de marzo, y solo a 45 se les ha practicado el examen para detectar si han contraído el coronavirus.
Según la cadena hispana de noticias, ayer se supo que 21 personas en el barco, 19 trabajadores y dos pasajeros están infectados con el COVID 19.
«No nos dejan salir de la habitacion, o sea estamos presos, no podemos salir ni a tomarnos un café, un café cubano, nada podemos hacer. Ya van a ser seis días de que nos informaron no podemos salir, no podemos hacer absolutamente nada», explicó vía Skype.
«Es espantoso lo que están haciendo con nosotros», puntualizó.
Castellanos reveló a Telemundo, que permanece dentro de su habitación, y el único contacto con otros pasajeros del Grand Princess es a través del balcón, desde allí ve como la Guardia Costera lleva provisiones al buque.
Eddy teme que la persona que le lleva la comida al camarote pueda estar infectada.
«Todos queremos saber qué va a pasar con nosotros, cuándo nos van a liberar o hacer las pruebas para saber si estamos infectados», cuestionó.
«Todos los que estamos aquí somos ciudadanos americanos (…) nos deben una explicación; nos deberían hacer el test por lo menos», exigió.
Desde la habitación hay un teléfono para que los pasajeros llamen al 911 en caso de tener síntomas de la enfermedad.
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