Recientemente, un cubanoamericano nombrado Isidro Abello viajó a Cuba debido a una emergencia familiar, pero antes contrató el servicio de roaming internacional con su compañía telefónica T-Mobile, a fin de mantener la comunicación utilizando su propia línea en dicho país.
Durante su estancia en la isla tuvo problemas de conectividad y como consecuencia terminó usando otro celular para conversar con sus familiares de Estados Unidos.
Sin embargo, al regresar a la nación norteña recibió una factura de teléfono móvil con un cuantioso importe de casi $3000 dólares, lo cual le generó gran asombro. Al revisarla con detenimiento se percató de que la misma mostraba elevados cargos de roaming, incluyendo el de carácter internacional, junto a un cargo por el pase internacional adquirido, cuya suma en total superaba los $2800 dólares.
Inconforme con la astronómica cifra contactó con la mentada empresa para analizar la factura, pero esta se limitó a proponerle que aceptara un crédito de $500 como ayuda para el pago.
No obstante, Isidro no accedió y la compañía continuó cobrándole dicha cantidad, por lo que él decidió dar a conocer su caso en Telemundo 51 con el propósito de recibir apoyo.
Afortunadamente, este señor logró que T-Mobile le enviara una cuenta con el importe de los dos meses de acuerdo a su tarifa habitual, eliminando los cargos adicionales impuestos inicialmente.
A pesar de ello, optó por cambiar de operador de telefonía, alegando: «Aquí si uno te sale mal, se busca a otro».
Lo cierto es que la vivencia de Isidro pone de relieve la necesidad de conocer con detalles los precios de este servicio, así como de verificar la cobertura durante el viaje. Es recomendable buscar asesoría y poseer todos los documentos pertinentes para estar en condiciones de enfrentar a los proveedores de servicios al suscitarse situaciones similares a esta.
