La oficina de ICE en Miramar, en Broward, es visitada diariamente por cientos de inmigrantes, una parte significativa de ellos cubanos con estatus I-220A, preocupados e inseguros sobre la posibilidad de regresar a casa o enfrentar la detención.
Firme en su compromiso de seguir los procedimientos legales, Yasel Gutiérrez llegó esta semana a la oficina con su esposa e hijo, plenamente consciente de los posibles peligros, y en declaraciones a Univision dijo: “Me siento nervioso porque si algo me pasa, mi familia se queda sin sustento”, “Estoy con un pie aquí y otro no sé dónde, porque estando aquí no estoy legalmente aquí”.
Royma Alarcón, otra de las personas presentes en el lugar, comentó: “Todo el mundo está muy asustado, hay muchas personas que no quieren ni asistir a las citas”.
Grupos pro inmigrantes han establecido puestos de ayuda para ayudar a las personas que esperan en el calor afuera de la oficina de ICE. Yaquelin López, del American Friends Service Committee, con pancarta en mano dijo: «Vienen de lugares muy lejanos, hemos empezado a traer café, agua para los mayores y snacks para los niños», “El amor no conoce fronteras”.
Yasel se presentó a su cita programada para las las 8:30 a. m., pero su esposa empezó a preocuparse al ver que pasaban las horas y solo veía patrullas de ICE salir del lugar con personas detenidas dentro del vehículo.
Felizmente alrededor de la 1 de la tarde vio salir a su esposo, quien ya mas relajado comentó: «No me preguntaron nada, solo si tenía fecha de corte, y me dieron cita para el próximo año», añadiendo: “Todo el mundo estaba nervioso”, refiriéndose a los que como él se encontraban esperando en la sala de ICE.
Las tensiones han aumentado debido al arresto de varias mujeres cubanas con I-220A el 10 de marzo, el abogado Wilfredo Allen enfatizó que, a pesar de ciertas instancias, la mayoría de los cubanos con I-220A generalmente no experimentan problemas durante sus citas con ICE.