Osvaldo Polo Céspedes, un cubano de 46 años profesor de artes plásticas, detenido en un hotel de Quito, Ecuador por las autoridades migratorias asegura que los guardias los drogan echándoles sustancias en la comida.
“Es muy dulce. Lo hacen así para que no se sienta el sabor raro del medicamento que le ponen”, dice Osvaldo Polo Céspedes. Todos en su cuarto se duermen al mismo tiempo. Incluso después del café que cuelan ellos mismos reunidos en la habitación convertida en celda, asegura este cubano que acusa a los guardias de drogarlos.
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