Los cubanos que están en el área del almacén de Turbo, Colombia, son unos 700 y siguen llegando. El almacén no da a basto para todos y se las ingenian para levantar casuchas con los materiales que tienen accesibles.
Todo le sirve a estos migrantes cubanos, hablamos de tablones de madera, nylon negro, cartones, soga, alambre de púas, un puñado de puntillas y sobre todo mucha creatividad. El objetivo es poner un techo sobre sus cabezas para pasar la noche.
De acuerdo a Martí Noticias, hay construcciones que son sencillos ranchos vara en tierra con solo es espacio suficiente para disponer las colchonetas; otras tiene las cuatro paredes levantadas y dentro, improvisados camastros, un sillón viejo o una mesa. Estilo campismo, cada casita tiene al lado su tendedera para colgar las toallas y la ropa lavada.
Cerca del mar, varios hombres se mueven en grupo, cargando tablas de un lado a otro, cortando las tablas que sobran o martillando; buscando todo lo que sea útil para construir estos refugios.
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