Un nuevo debate entre cubanos se ha desatado recientemente en las redes sociales como consecuencia de una publicación que comunica sobre la apertura dentro de poco del Hotel K23 propiedad del conglomerado Grupo de Administración Empresarial S.A (GAESA). Varios de los internautas expresaron su inconformidad con la construcción de este hotel en medio de serias dificultades económicas y cientos de viviendas en críticas condiciones estructurales.
La empresa de telecomunicaciones que promueve las recargas y envíos a Cuba fue que quien publicó una foto tomada en la noche del que ya se considera el edificio más alto de Cuba. Junto a la controvertida imagen se adjunta un texto en el que se puede leer lo siguiente: «Cada vez queda menos para que el Hotel Torre K ilumine las noches del Vedado».
Y no es menos cierto que iluminará todo el Vedado, sus más de 500 habitaciones dotadas con todas las luminarias contrastarán con los apagones que a diario afectan a la capital cubana y a todo el país como parte de las supuestas medidas para ahorra combustibles.
Como era de esperarse cientos internautas arremetieron contra la publicidad añadiendo que es una falta de respeto al pueblo cubano que tiene tantas necesidades. Varios hicieron alusión a las tantas familias cubanas que ahora mismo tienen graves situaciones de viviendas o están albergadas en lugares con falta de condiciones sanitarias y estructurales.
El usuario Ricky Havana Romulo quien dice ser instrumentista en su perfil fue uno de los que denunció la construcción de esta enorme estructura que se ubica frente al emblemático Hotel Habana Libre. «Que Museo tan Bonito…reflejo de los Cuadros redondos y de la arrogancia y prepotencia de los que nada les falta y solo aman el poder sobre la gente y vernos como hormigas en sus miradas altivas en una vida ajena gozando el lujo del capitalismo en nombre del socialismo y del pueblo», dijo el músico.
Por su parte Olga Soriano se encargó de hacer referencia al tema de los apagones que tienen que soportar los cubanos en sus hogares mientras los hoteles si tienen electricidad para atender el turismo. «Un hotel enorme, con enorme cantidad de luces y las provincias teniendo enormes horas de apagones. La realidad es que aquí en La Habana nunca hemos tenido ni 1/4 de esos molestos e insufribles apagones. Con el déficit de energía que hay en estos momentos no es necesario presumir ese hotel que posiblemente gaste la energía de media Cuba», comentó Soriano.
La internauta Ana Karla Puerto García dedicó sus palabras a mencionar la cantidad de basura que existe en la capital porque supuestamente no hay carros recolectores ni combustible y en el corazón del Vedado se construye con el dinero del pueblo una gran torre que además distorsiona el entorno urbanístico de la ciudad.
«Bello, bello esas serán mis palabras cuando desde ahí se pueda admirar una Habana sin esquinas con basura comercios cerrados y derrumbados ciudadelas cayéndose a pedazos, transporte totalmente destrozado y sin servicio a la población. Hospitales con recursos etc. Entonces diré que ese hotel es bello a pesar de que rompe con el esquema urbanístico de la ciudad en mi opinión, bueno eso se lo dejo a los entendidos en la materia», dijo la señora.
En tanto, Antonio Reyes en su comentario resaltó lo innecesario de la construcción de un hotel de esta magnitud atendiendo a la grave crisis del turismo que arrastra desde el inicio de la pandemia y no puede rebasar. «No se por qué hacen tantos hoteles si no hay turismo en cuba, hay muchísimos hoteles totalmente sin productos y para q se siguen destinando recursos a construir más hoteles en vez de destinarlos recurso a otros sectores como agricultura industria salud pública», escribió Reyes.
El imponente y costoso hotel del Vedado mide 154 metros de altura sobre el nivel del mar y por encima del Habana Libre. Albergará unas 500 habitaciones equipadas con las comodidades necesarias para recibir los turistas internacionales en su inmensa mayoría.
Desde que comenzó la construcción de sus estructuras el proyecto no estuvo exento de las críticas de la población y los expertos en materia de arquitectura. Surgieron diferentes comentarios adversos que señalaban el hormigón que se estaba utilizando, así como la seguridad de los constructores que trabajaban allí. También los pobladores y conductores de la ciudad señalaron las molestias que provocaban los cristales a quienes transitan por la céntrica calle 23 debido al brillo del sol que se refleja en ellos.
La mayoría de los edificios de gran altura están diseñados con una torre central que tiene en cuenta la cimentación y la calidad del suelo en que se construye. El ingeniero cubano Alfredo Ledón señala que los núcleos ubicados a cada lado del inmueble contienen las cajas de escaleras y los elevadores y son elementos estructurales que resisten la carga del viento, un elemento de gran importancia en este tipo de construcciones de gran elevación.
La construcción de hoteles no es una solución a largo plazo para resolver los problemas económicos de Cuba, aunque el gobierno se enorgullece en divulgarlo en diferentes escenarios internacionales y a través de la prensa oficialista nacional. La solución está en el sistema político que impera en el país incapaz de satisfacer las necesidades básicas del ser humano y que está más que demostrado por la historia que no funciona.
No obstante, el régimen de La Habana mientras el país se cae a pedazos por los cientos edificios que no se les proporciona el mantenimiento requerido, se empeña en seguir construyendo lujosos hoteles para el turismo foráneo. Solo el primer semestre del año 2023 la dictadura destinó 2.325.3 millones de dólares para que GAESA lo administrara en la construcción y reparación de hoteles en la isla. Estos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) corroboran que se invirtieron cuatro veces más hoteles y restaurantes que en salud pública y asistencia social durante ese período.
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