A propĂłsito de la reacciĂłn del senador demĂłcrata por el estado de Vermont Patrick Leahy, a las nuevas medidas tomadas por el presidente Donald Trump y su gabinete que restringen, entre otras cuestiones, las visitas de los estadounidenses a Cuba enmarcadas en el programa «people to people», casi 300 miembros de la sociedad civil cubana, entre ellos lĂderes opositores y activistas de derechos humanos, enviaron una carta abierta al polĂtico para que interceda en su diálogo con La Habana y el rĂ©gimen deje de regular a los isleños frenando su libre movimiento, informa Diario de Cuba.
Leahy comentó el pasado 6 de junio su intención de presentar una ley en el Congreso de los EEUU que «garantice y proteja el derecho» de sus ciudadanos «a viajar libremente a cualquier lugar, sin que el Gobierno pueda impedirlo».
Hasta este viernes un total de 287 cubanos, de todas las profesiones, ideologĂas, y residentes en el extranjero o en la Isla, aplaudieron la iniciativa del senador demĂłcrata, sin embargo aclararon algunos puntos.
Los cubanos le recordaron a Leahy que «los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, en cualquier parte del mundo, deben de estar fuera del alcance de los gobiernos. No deben ser objeto de la interpretaciĂłn polĂtica de quienes son elegidos justamente para protegerlos».
«En su presentación Ud. contrastaba en este asunto la posición de su Gobierno, democráticamente electo, con la del Gobierno cubano, no electo por el pueblo, argumentando que un gobierno represivo era capaz, no obstante, de permitir la libre entrada y salida de Cuba a nuestros connacionales», expusieron.
De igual modo en su misiva explicaron al senador estadounidense que la reforma migratoria de 2013 en Cuba, además de incompleta está rota.
«Solo un año despuĂ©s de su implementaciĂłn, comenzĂł a ser violentada por el Gobierno cubano cuando algunos de nuestros compatriotas, desde mĂ©dicos a ingenieros a amas de casa, ciudadanos todos en plenitud de sus derechos, veĂan como en el aeropuerto se les comunicaba la prohibiciĂłn, sin mandato legal, de viajar fuera del paĂs», sostuvieron.
En el documento los antillanos enfatizan que a lo largo de cinco años, organizaciones de la sociedad civil han sido rigurosas documentando los hechos, y «ya son más de 300 los compatriotas a quienes de forma arbitraria se les impide salir al exterior. Y no solo al exterior. TambiĂ©n se les impide viajar y residir libremente dentro del paĂs», puntualizan.
La carta rememora que «mientras en Estados Unidos los funcionarios, policĂas incluidos, pueden ser llevados a juicio y sancionados cuando violan los derechos de sus ciudadanos, en Cuba gozan de total impunidad no solo para violarlos sino para violentar, golpear, secuestrar y humillar a simples ciudadanos que solo quieren llegar al aeropuerto o a cualquier terminal de transporte dentro de Cuba para ejercer de forma pacĂfica un derecho consagrado constitucionalmente, como expresiĂłn de la voluntad entera de una naciĂłn».
La sociedad civil independiente de Cuba pidió al Gobierno y al Congreso estadounidense «mirar también al pueblo de Cuba, que evidentemente no es lo mismo que el Gobierno de Cuba».
Explicaron que «los cambios actuales en la polĂtica migratoria hacia nuestro paĂs no favorecen ni al pueblo, incluido a miles de familias a ambos lados del Estrecho de la Florida, ni a ciudadanos cubanos proactivos en la lucha por la democracia».
Finalmente propusieron al demĂłcrata trasladar a Cuba la necesidad del «respeto de la ley y la ConstituciĂłn» que el rĂ©gimen aprobĂł en febrero y puso en vigor el 10 de abril pasado. Además de que en una de sus visitas a la Isla comunista busque propiciar un intercambio con los regulados en el paĂs caribeño, quienes sufren de una nueva forma de discriminaciĂłn civil.
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