Recientemente, Emilio Morales, Presidente y Director Ejecutivo de Havana Consulting Group, firma de consultoría con sede en Miami especializada en inteligencia de mercado y estrategia para empresas interesadas en el mercado cubano, quien a su vez, dirige la asociación Cuba Siglo 21, ha publicado un informe que tituló DESHIELO 2.0 y MIPYMES no cambian la realidad: En Cuba no hay libertad económica.
En dicho informe el eminente economista señala que si bien la implementación de la ley de las micro, pequeñas y medianas empresas en la isla generó expectativas relacionadas con un desarrollo de la economía, la ausencia de libertad económica y de derechos básicos ha impedido que estos agentes
contribuyan de manera efectiva a solucionar la crisis económica imperante y ha propiciado que muchos cubanos apuesten por la emigración en lugar de invertir en la creación de estas empresas.
Entre los aspectos que han frenado el auge de las MIPYMES se encuentra lo escabrosa que resulta la constitución de las mismas, que implica una serie de trámites que desgastan al interesado en emprender un negocio bajo esta modalidad, pues involucra incluso al Ministerio de Economía y Planificación, organismo encargado de la aprobación de dichas unidades económicas.
Otra barrera para su desarrollo lo constituye el trato discriminatorio que reciben las mismas en relación con la empresa extranjera, que resulta beneficiada por la posibilidad de invertir y obtener exenciones positivas.
También se destaca la imposibilidad de los empresarios de importar y exportar productos de forma directa. En consecuencia, para realizar estos procesos de importación y exportación tendrán que contratar los servicios de una de las entidades cubanas autorizadas por el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera para estos fines.
El informe en cuestión también recalca que el número de MIPYMES creadas hasta la fecha, que oscila sobre 8938, no es alentador, si se compara esta cifra con las de otros países de América Latina, que la superan con creces. A ello hay que agregar aquellas que han desaparecido debido a problemas que han afectado su operatividad.
En conclusión, se puede afirmar, que al decir de Emilio Morales, la clave par alcanzar un verdadero desarrollo del sector privado en Cuba es que se reconozcan por el Estado cinco derechos fundamentales que garanticen el ejercicio de la libertad económica a saber: derecho a registrar y operar negocios de forma libre e independiente, derecho a no ser discriminado para poder registrar, poseer y operar un negocio privado, derecho a decidir libremente sobre el manejo y proyección de la empresa, derecho a importar y exportar productos, servicios e insumos de forma directa y derecho a ejercer la libre expresión y asociación y ser atendidos por cortes especiales independientes para la solución de posibles conflictos laborales y comerciales.
Al no ser reconocidos estos derechos los empresarios cubanos no pueden realizar una gestión que proporcione una amplia gama de beneficios sociales y económicos que conduzcan a una genuina transformación de la economía en Cuba.