Recientemente, un grupo de cubanos se congregaron con carteles frente al popular restaurante Versailles, ubicado en la Pequeña Habana, en Miami, para solicitar la agilización de los trámites de parole humanitario teniendo en cuenta la cantidad de casos pendientes de procesar, a fin de que sus familiares en la isla puedan resultar beneficiados con este programa, implementado por la administración de Joe Biden desde principios del año pasado.
El equipo de Telemundo 51 reveló en un reporte que «la angustia y la esperanza se entrelazaban en sus rostros mientras expresaban su preocupación por la demora en el procesamiento de sus casos de parole humanitario, un programa que les permitiría viajar legalmente a los Estados Unidos».
Uno de los manifestantes, identificado como Juan Carlos, pidió que «el proceso sea más rápido… sea más cronológico», resaltando la desesperación tanto de los patrocinadores como de los beneficiarios elegibles.
Otra de las protagonistas de la protesta, nombrada Odalis Hernández, quien funge como persona de apoyo, señaló que llama con bastante frecuencia al personal competente para conocer el estado de su trámite, alegando: «Me dicen que mis procesos están bien y que solo me toca esperar, y bueno, yo espero disciplinadamente, pero quisiera que hicieran algo… que se moviera un poquito más…».
De acuerdo a la información aportada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), en abril la cifra de antillanos que recibieron la autorización para viajar a Estados Unidos «de una manera segura, ordenada y legal», arribó a 95,500.
En un documento presentado por dicha agencia, la misma expuso: «Específicamente, 95,500 cubanos, 184,600 haitianos, 83,800 nicaragüenses y 109,200 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar».
De ellos, más de 91,000 cubanos, 166,700 haitianos, 75,700 nicaragüenses y 101,200 venezolanos lograron ingresar de manera legal a territorio norteamericano «y se les concedió la libertad condicional».
Lo cierto es que muchas familias cubanas esperan con ansias reunirse con sus seres queridos en la nación norteña, máxime cuando la crisis generalizada en la mayor de las Antillas continúa agudizándose y desatando sus nefastas consecuencias sobre el pueblo.
Los cubanos ya no solo tienen que soportar la escasez de alimentos y las limitaciones y dificultades en el servicio de transporte, sino también las constantes afectaciones en el suministro de electricidad. El presidente Miguel Díaz-Canel confirmó que existen probabilidades de que esta situación energética permanezca durante los venideros meses de verano.
El anuncio lo efectuó a través de su nuevo podcast en YouTube, desarrollando un análisis del complejo panorama electroenergético imperante en el país y compartiendo las proyecciones de este a corto, mediano y largo plazo.
El mandatario corroboró lo expuesto por miembros de la Unión Eléctrica Nacional (UNE) hace apenas unos días y reveló que las interrupciones en el fluido eléctrico serían más frecuentes y prolongadas en el decursar de este mes y del próximo debido a las acciones de reparación y mantenimiento que se estarán realizando en las principales termoeléctricas con el objetivo de mejorar el servicio en los meses de julio y agosto.
Al respecto manifestó: «Vamos a tener mantenimientos prolongados hasta el mes de junio para lograr minimizar la molestia de los apagones en el verano, sobre todo en los meses de julio y agosto».