Durante 2017, la cifra de cubanos que llegan a Estados Unidos por la franja fronteriza de México y solicitan refugio, ha mostrado un ascenso, si se compara con años anteriores, cuando estaba vigente la política pies secos-pies mojados, derogada por Obama en enero pasado.
Datos obtenidos por Martí Noticias, y brindados por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), señalan que en el año fiscal 2017, que inició el primero de octubre y cerró el 31 de agosto, 15.135 cubanos se entregaron en los puntos fronterizos del suroeste del país, El Paso, Laredo, San Diego; en el estado de Texas, y Tucson; en el estado de Arizona.
Laredo, es el cruce más activo, por donde los cubanos solicitan asilo político, por esta zona se contabilizó 14.037, entre 2014 y 2015 arribaron por Laredo 44.000 cubanos.
Cuando Barack Obama decretó el fin de la normativa, a menos de diez días de dejar la presidencia de los Estados Unidos, alegó en un comunicado: “Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”.
Ni el CBP, ni el Servicio de Inmigración (ICE), revelaron cifras de cubanos que tras demostrar miedo creíble o persecución política, son liberados de los centros de detención y admitidos en tierras estadounidenses, con un permiso de residencia temporal, y en libertad bajo palabra.
Sin embargo, los cubanos continúan teniendo un beneficio:
Los nacionales que reciben el parole, deben comparecer ante un juez de migración para defender su caso de asilo, y si cumplido un año y un día en Estados Unidos, no es citado por el tribunal, los cubanos pueden acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, y solicitar su residencia permanente.
Según las estadísticas del CBP, en enero pasado 1.571 cubanos cruzaron los referidos puntos fronterizos, pero en febrero, con pies secos-pies mojados derogada, sólo lograron pasar 65, y en marzo 21.
(Con información de Martí Noticias)
