La cifra de cubanos varados en Tapachula, en el estado mexicanos de Chiapas, supera los 1.500, que permanecen allí a la espera de un salvoconducto para seguir su rumbo a la frontera, no obstante los isleños temen ser devueltos a Cuba, tras un violento incidente que se dio la semana pasada, informa Martí Noticias.
El viernes pasado, un grupo de migrantes, en su mayoría de la Isla, ingresaron abruptamente en las oficinas del Instituto Nacional de Inmigración, en Tapachula e hirieron a un funcionario.
«No todos los cubanos participamos en ese acto desordenado. Ahora pagamos justos por pecadores», expresó el activista de los derechos humanos Yonismiller Del Río, originario de Ciego de Ávila, quien desde hace tres semanas llegó a esa localidad de México.
Frente a la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, llevan días apostados unos 400 cubanos, ese grupo entregó una misiva a ese organismo pidiendo protección, ante los rumores de que podrían ser deportados.
Sin revelar su identidad, uno de los migrantes que conversó con Radio Martí, alegó «somos migrantes pacíficos, estamos expuestos a los peligros de la ciudad, hay mucha inseguridad en las noches».
Algunas embarazadas y al menos una veintena de niños se encuentran entre los plantados frente a la sede de la Comisión.
Los lugareños han expresado su malestar y dicen estar hartos de los migrantes, reveló María de Jesús Peters, corresponsal del periódico El Universal.
Según la reportera, «alquilan casas en las inmediaciones de las oficinas de inmigración, en el centro de la ciudad. No sólo cubanos, también extracontinentales y centroamericanos y ya hay cierto rechazo hacia ellos».
Esta semana las autoridades mexicanas decidieron aliviar la situación, y trasladaron a 72 cubanos hacia las oficinas de Acayuca, en HiIdalgo, unos 35 kilómetros de Tapachula, sin embargo no todos corrieron con la misma suerte.
Peters confirmó que unos 20 fueron deportados, presuntamente los implicados en el incidente de la semana pasada.
Hasta nuevo aviso se han suspendido los trámites en esa oficina migratoria, un cartel de aviso cuelga de su puerta: «Derivado de los hechos ocurridos el pasado viernes, donde se vieron afectadas estas instalaciones, así como su personal, y ante la falta de condiciones que garanticen la seguridad del inmueble y de los usuarios, se determina la suspensión temporal de las operaciones en esta oficina».
En la misma nota las autoridades añaden que en «ciudad Hidalgo solo se atenderán las peticiones de visa por razones humanitarias”, no el oficio de salida o salvoconducto, que es lo que requieren los migrantes cubanos.
Amaury, que salió de Trinidad y Tobago con su esposa, confiesa «esto está feo y los temores crecen por segundos, es el fantasma de la deportación que acecha. No veo la luz al final del túnel.
La mayor parte de los cubanos varados inició la travesía hace un mes, los escasos recursos amenazan con agotarse.
Los optimistas aspiran a que en los próximos días se reanuden los trámites migratorios, aunque no en las oficinas cerradas desde hace unos días, se ha dicho que en la Estación Siglo 21, un centro de detención para extranjeros sin papeles, abarrotado actualmente de migrantes, podría ser el lugar desde donde comiencen nuevamente los procesos.
Sin embargo, muchos cubanos no confían, ya que esta instalación ha sido siempre desde donde tienen lugar las deportaciones.
Tapachula, donde sin muchas esperanzas están acumulados los migrantes, es uno de los municipios más peligrosos de Chiapas.