Los vendedores de flores por cuenta propia, que habían sido desalojados a finales de junio del mercado Egido, en la Habana Vieja, fueron notificados esta semana por el gobierno municipal de que no se les proporcionará un nuevo local, aunque sus vidas corran peligro donde fueron reubicados tras el desalojo.
Magali Barban Moreno, representante de los 17 cuentapropistas, explicó a CubaNet que durante varios meses se dirigieron a diferentes entidades gubernamentales en busca de una solución sin obtener respuestas, pero finalmente una funcionaria del Poder popular municipal les informó que el presidente de dicha entidad había dejado dicho que no le entregarían ningún local y que si no lo entendían que se quejaran donde estimaran conveniente.
“La compañera del (gobierno del) municipio que me atendió ―en el pasillo, porque ni tan siquiera fue en una reunión― me dijo que si quería fuera e hiciera una demanda a la Fiscalía, o a donde yo quisiera ir, que eso era problema nuestro”, informó Barban.
Las floristas fueron reubicados en el espacio donde yace un edificio derrumbado a medias, en la calle Egido entre Sol y Acosta, a pesar de que sus vidas corren peligro ante la posibilidad de desplome.
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