Demanda judicial en EE.UU por los derechos de ron Havana Club falló a favor de Bacardí

La demanda en contra del gobierno cubano y su empresa Cubaexport, fallo a favor de Bacardí, los demandantes, en un tribunal de apelaciones en Virginia.

Bacardí ha optado por emprender acciones legales con la esperanza de reclamar los derechos de la marca alegando que fue comprada legítimamente a la familia Arechabala. Esta decisión surge de la afirmación de la familia de que sus bienes, como la destilería, fueron confiscados ilegalmente por Fidel Castro después de su ascenso al poder en 1959.


En 1976, Cubaexport registró con éxito la marca Havana Club en Estados Unidos, manteniendo los derechos hasta 2006, cuando la renovación de la licencia fue rechazada debido a las leyes del embargo estadounidense. Sin embargo, durante la presidencia de Barack Obama, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) revocó su decisión, permitiendo a Cubaexport recuperar su registro. Esto reavivó la disputa legal en torno a la marca.

Bacardí ha emprendido acciones legales contra la renovación del registro de la marca en cuestión, alegando que se hizo de manera fraudulenta. Una decisión reciente del Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito de Virginia Oriental anuló la desestimación del caso, permitiéndole continuar.

David Bernstein, quien dirige el equipo legal de Debevoise que representa a Cubaexport, está defendiendo vigorosamente su caso.

La controversia que rodea a Havana Club tiene grandes consecuencias para la industria del ron. Esta marca icónica es venerada por su calidad y su rica historia, que está profundamente conectada con el panorama político y económico de Cuba.

Fundada en 1862 por Facundo Bacardí Massó en Santiago de Cuba, Bacardí tiene una rica historia llena de innovación y calidad. Desafortunadamente, en 1959, la compañía enfrentó un cambio importante debido a un conflicto con las autoridades cubanas por la icónica marca de ron Havana Club.


Tras el ascenso de Fidel Castro al poder, el gobierno comunista tomó el control de muchas propiedades privadas, incluidas las destilerías de Bacardí. En respuesta, la familia Bacardí trasladó sus operaciones a Puerto Rico y otras naciones, garantizando que el legado y el sabor de su ron persistirán más allá de Cuba.

En Cuba, todas las destilerías pasaron a manos del gobierno de Castro y se creó la Cuba Ron Corporation. Una asociación con la empresa francesa Pernod Ricard propició el resurgimiento de la marca Havana Club en 1993, utilizando las instalaciones de la destilería confiscadas.

Bacardí y Havana Club se vieron envueltos en una disputa legal cuando Bacardí insistió en ser propietario de la marca Havana Club, citando la expropiación como ilegal. Esto llevó a Bacardí a introducir su propia versión de Havana Club en Estados Unidos, lo que desencadenó una larga disputa legal y comercial que ha persistido durante décadas.


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