En horas de la noche del sábado 23 de septiembre falleció en la sede principal del Baptist Hospital en Kendall la colombiana Margarita Lafaurie, a sus 85 años de edad.
La anciana fue atendida en Urgencias y resultó ingresada por neumonía.
Sus hijos, quienes la llevaron al hospital, se percataron de que su madre, que se encontraba inconsciente, llevaba puesto el anillo de oro de 18 quilates con zafiros y diamantes que su padre le había regalado en un aniversario y llamaron a la enfermera encargada para que se lo quitara, pero esta no lo consiguió a pesar de utilizar crema y vaselina, pues los dedos de la señora estaban muy hinchados.
Una vez acaecida la muerte de Margarita, sus hijos fueron al cuarto donde ella estaba a despedirse, pudiendo comprobar que el anillo, valorado hace algunos años en 20000 dólares, permanecía en su mano. No obstante, se lo comunicaron tanto a la enfermera encargada como al supervisor del piso, quienes le explicaron que era el personal de la morgue el que se encargaba de retirar las pertenencias del cuerpo y entregarlas a sus familiares.
El lunes siguiente, los hijos de la fallecida llamaron al hospital para averiguar en qué momento podrían pasar a recoger dichas pertenencias, sin embargo no obtuvieron respuestas. En consecuencia, decidieron asistir al centro de salud, en el que una de las trabajadoras les pidió paciencia porque existían 10 denuncias anteriores a la de ellos que se estaban procesando.
Inconformes con la idea transmitida por el hospital de cerrar el caso, contrataron los servicios de un abogado, se dirigieron a la Policía de Miami-Dade y establecieron una denuncia. Además, solicitaron orientación a la Fiscalía Estatal de este condado que asignó un detective para investigar los hechos, quien comenzaría su labor con la visita a varias casas de empeño.
Han transcurrido 3 semanas y la joya de considerable valor económico no ha sido localizada, por lo que las autoridades continúan la investigación.
