Asesinada una mujer identificada como Mercedes Vasallo Herrera de 51 años, en el Consejo Popular Carlos Rojas, poblado de Jovellanos, Matanzas, informó la activista cubana por por los derechos humanos Marthadela Tamayo, quien catalogó el hecho como un feminicidio, fenómeno que ha ido en ascenso en los últimos años en Cuba, y que en escasas ocasiones es reportado por las fuentes oficialistas. Regularmente, es la prensa independiente en la Isla, así como plataformas no gubernamentales, las encargadas de divulgar y contabilizar este tipo de crímenes en el país comunista.
Según denuncia de Tamayo, el crimen tuvo lugar ayer sábado 11 de febrero, cuando la víctima fue asesinada con un cuchillo y de igual modo recibió un fuerte golpe en la cabeza.
«Fue encontrada por el nieto debajo de la cama, nos reporta la observadora», añadió la activista en el post.
«Hay que verificarlo. En mi experiencia nunca son falsos estos reportes. Pero llamemos a YoSíTeCreo en Cuba y Alas Tensas– Revista Feminista Cubana para que verifiquen», sugirió la periodista Marta María Ramírez.
Sin embargo, Tamayo, quien también trabaja con organizaciones feministas independientes en Cuba, aseguró ellos habían verificado.
De acuerdo a un conteo de la plataforma YoSíTeCreo en Cuba, hasta el pasado 9 de febrero, habían registrado en la Isla 7 feminicidios desde que inició 2023. Al tiempo que 36 fueron contabilizados el pasado año, de ahí que las feministas en el país hayan hecho un llamado a la sociedad civil por un «Estado de emergencia por violencia de género».
Asimismo las feministas cubanas también han declarado ante los medios internacionales, que no se fían de la prensa estatal que durante años ha evitado divulgar que en la Isla ocurran este tipo de sucesos.
En días recientes, una miembro del colectivo de YoSíTeCreo en Cuba admitió en entrevista con BBC, que aunque ellas intentan llevar las estadísticas de los feminicidios, creen que el número de muertes por esta causa en el país es mucho mayor, pero en ocasiones no tienen acceso a datos, «porque las autoridades cubanas no ofrecen información periódica» sobre este fenómeno.
Y pese a que el nuevo Código de la Familia aprobado a fines de 2022, «abre vías para penalizar a los agresores domésticos en aspectos como la custodia de sus niños, a lo que se suman otras reformas legislativas en favor de la igualdad de género», Cuba sigue careciendo de protocolos y mecanismos efectivos de prevención…y persisten problemas en el cumplimiento de las órdenes de alejamiento y la recepción de denuncias».