La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Fundación Memorial de Víctimas del Comunismo convocaron a una conferencia este miércoles en Washington, para denunciar las condiciones esclavistas que sufren los médicos cubanos vinculados a las misiones del régimen en el extranjero, informa CubaNet.
En la conferencia titulada «La Oscura Realidad detrás de las Misiones Médicas Cubanas», investigadores, autoridades y afectados abordaron la cruda realidad de los galenos forzados a insertarse en estas misiones para sobrevivir, dada las restricciones económicas del país comunista.
En especial se analizó el caso de los especialistas que fueron retirados de Brasil por decisión de Cuba.
Según el administrador adjunto para Asuntos de América Latina de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), John Barsa, «este programa es, por una parte, el tráfico de seres humanos, que es ilegal por tantas maneras y no todo el mundo entiende de este sistema cómo el Gobierno de Cuba coge dinero con el sufrimiento de los doctores».
Barsa también señaló el uso de este programa para ingresar personas que están «trabajando para el Gobierno (cubano), para incitar a causar problemas en otros países», haciendo alusión a los espías que se presentan como médicos, y que el régimen usa para desestabilizar a América Latina.
«Yo me di cuenta de que nosotros habíamos ido allá engañados, que no era una misión de Cuba solamente con Brasil, era una misión internacional y que a nosotros los médicos cubanos nos iban a pagar 1000 dólares», explicó Ramona Matos Rodríguez, una médica que desertó del programa «Más Médicos» en Brasil, y que ahora reside en Estados Unidos.
Matos Rodríguez quien también trabajó en otra misión en Bolivia, comentó que a sus colegas les pagaban 10 mil e incluso más de acuerdo al lugar en que les tocara ofrecer sus servicios como profesional de la salud.
Hugo Acha, director de investigación de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, comentó que el caso de Brasil fue el que más le llamó la atención a su organización, que desde hace varios años documenta «la naturaleza» de las misiones médicas del castrismo.
De acuerdo a Acha, el programa del gigante suramericano violó las leyes federales brasileñas y estadounidenses, así como protocolos de las Naciones Unidas, el estatuto y reglamento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y «básicamente todo el marco jurídico», acotó.
Javier Larrondo, quien preside Prisioners Defenders, dijo que su organización llevó el caso de los médicos cubanos ante la Corte Penal Internacional (CPI) y las Naciones Unidas.
Larrondo declaró a la agencia de prensa Efe, que la legislación cubana es «esclavista».
Según el presidente de Prisoners Defenders, los cubanos «no pueden tener relaciones amorosas, sin reportarlas previamente; no pueden casarse, sin haber pedido permiso; no pueden conducir; no pueden relacionarse con personas del país hospedador», durante las misiones.
Además aseguró el artículo 135, establece que si terminado el trabajo en una misión extrajera no se regresa al país, la persona se enfrenta a «ocho años de prisión».
«Lo que se vive en esas misiones, desde el punto de vista personal de los trabajadores, no solo los médicos sino otras también, es algo horrible; es pura esclavitud», puntualizó.
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