Ana Ivis Galán García (una de las afectadas) denunció lo ocurrido en la bodega donde le toca comprar con la libreta de abastecimiento los productos de la canasta básica, según explica en redes sociales, en el mes de octubre el bodeguero que atendía el establecimiento donde le toca sus compras ubicado en el Sevillano, en La Habana, vendió los mandados de los vecinos en el mercado informal y se fue del país.
Dos meses después, el 23 de diciembre las autoridades empezaron a reponer los mandados en otro establecimiento de los clientes afectados por el robo del bodeguero.
Ese día la recibió «muy amablemente el bodeguero de Cervantes y Calle Inglés, pero no podía atendernos porque el camión del módulo de comida lo estaba esperando y a esa hora el buen señor buscaba los brazos de sus vecinos para que lo ayudaran a descargar. O sea, ¿q ya los transportistas y distribuidores no incluyen la descarga de las mercancías?», se preguntó Galán García que regresó al día siguiente, o sea el 24 de diciembre, pero para su sorpresa su libreta de abastecimiento no aparecía registrada como una de las afectadas por el robo del bodeguero.
YA NO SE SABE QUIEN NOS ROBA El pasado mes de Octubre los consumidores de mi bodega, D'strampes e/ Freyre Andrade y…
Posted by Ana Ivis Galán García on Tuesday, December 27, 2022
«Luego de exigir y exigir y bien, el compañero que ayudaba al atento bodeguero, con su frescura en la cara nos dice que no puede despacharnos porque él mismo fue a la bodega, hizo el censo de las libretas «afectadas» y la nuestra no aparece», dijo Galán García.
Dada las circunstancias regresa a su bodega del Sevillano para reclamarle a la nueva bodeguera, pero en vano pues esta no le pudo responder y mientras tanto dijo Galán García que sigue sin sus mandados del mes de octubre.
«Finalmente nadie tuvo una respuesta. Le dejé la libreta a una vecina-familia quien me aseguró que sí, que ella había dado el número de la libreta nuestra y dejé los mandados del ROBO en su manos para que, si por fin aparecían, ella los cogiera. Es una familia a la que estimo, que nos ha ayudado siempre, y que los necesita: su mami es diabética, hoy con un miembro amputado y fue casi enfermera del barrio, destacada internacionalista, dedicada a su familia y toda una vida entregada a este país. Me sentí tan molesta, burlada, robada, ofendida, por todos»
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