Con apenas 24 años Ana Laura López se metió en la cajuela de un auto y logro, después de dos intentos, cruzar la frontera entre México y Estados Unidos para llegar a esta último país y trabajar, en busca de una mejor vida para ella y sus hijos.
Según recoge Infobae, López decidió convertirse en una activista por los derechos de los inmigrantes.
«No me puedo quejar de mi vida allá, porque Estados Unidos me brindó la oportunidad de una vida que yo soñaba, y que aquí no pude tener», aseguró desde la Ciudad de México, a donde llegó en febrero de 2016, deportada por el gobierno de Barak Obama.
Después de 16 años viviendo en Chicago la deportaciónfue como empezar de cero, algo que también la impulsó a crear sus propios productos, y de esta manera, convertirse en la voz de cientos de miles de inmigrantes.
«Primero vendíamos dulces en la calle y nos mandamos a hacer unas playeras con el nombre de Deportados Brand para que nos identificaran. La gente comenzó a pedir que se las vendiéramos y decidimos dejar los dulces, mandar a hacer las playeras primero y después hacerlas nosotros», asegura L+opez, quien junto a otros deportados inició la marca.
López explica que la mayor parte de sus pedidos provienen de Estados Unidos, puesto que en México aún las personas no se sienten identificadas con el tema.
«Ven Deportados Brand y no saben de qué se trata. En cambio allá la gente ve las playeras y de inmediato le llaman la atención», puntualizó.