De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos (IPC) la inflación en este país alcanzó el 2,9% anual en julio del presente año, ubicándose por primera vez desde marzo de 2021 por debajo del 3%. Este dato implica además una disminución del 0,2% en comparación con el mes de junio.
Según los expertos dicho descenso podría marcar el inicio de una reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), lo cual podría materializarse en septiembre, beneficiando a compradores e inversionistas que han abogado continuamente por el establecimiento de tasas más bajas. No obstante, ello depende de que la inflación continúe mostrando señales de desaceleración.
Igualmente, se ha evidenciado una paulatina disminución de los precios de los bienes y servicios, aunque hasta el momento esta no ha tenido un impacto significativo. En declaraciones ofrecidas al diario The New York Times, Mark Hamrick, analista económico senior de Bankrate, recalcó que, si bien el índice obtenido es positivo, las personas siguen lidiando con precios elevados.
Al respecto expresó: «Se están acumulando pruebas de que los consumidores están luchando bajo el peso combinado de los altos precios, las elevadas tasas de interés y el enfriamiento del mercado laboral. Incluso con las lecturas ‘según lo esperado’, los precios en general continuaron aumentando el mes pasado».
Y es que, a pesar de la caída experimentada por el índice inflacionario, este todavía es superior al objetivo anual del 2% fijado por la FED.
En una nota reciente, la multinacional financiera Morgan Stanley señaló: «En general, los datos de inflación plantean un riesgo doble: una lectura alta podría generar temores de estanflación, mientras que una lectura baja podría dar más aliento a la narrativa del aterrizaje brusco».
Lo cierto es que hace dos años la inflación alcanzó un 9,1%, el nivel más alto registrado en cuatro décadas, lo cual provocó un incremento notable de los costos de los alimentos, gasolina, alquiler de vivienda, por solo citar algunos ejemplos.
En relación al tema, John Kerschner, gestor de carteras de Janus Henderson en Estados Unidos, comentó: «Para los participantes en el mercado, la cuestión era si creían en las cifras de inflación más lentas que vimos a finales de 2023, en las que la inflación del IPC subyacente se situaba por debajo del 3%, o en las cifras más altas de principios de 2024, en las que se situaba en niveles medios del 4%. La cifra de hoy confirma que la trayectoria general de la inflación es más baja; la proyección a tres meses es de un frío 1,6%, muy por debajo del objetivo del 2% de la Reserva Federal».
Asimismo, añadió: «El UST a 2 años bajó más de 40 puntos básicos desde julio. Desde Janus Henderson, esperaríamos que el mercado de renta fija estadounidense se estabilizara en estos niveles de tipos y que la Reserva Federal diera más orientaciones sobre si la senda de recortes de tipos será lenta y suave o más pronunciada y drástica. Es probable que esta discusión no se zanje hasta que termine la actual desaceleración de finales de verano».