El domingo, residentes de Kendall descubrieron un caimán en la piscina de su casa, ubicada en el sureste del condado de Miami-Dade, en Florida. El cocodrilo tenía unos 10 pies de largo (unos 3 metros).
Los ocupantes de la vivienda llamaron a Pesky Critters Wildlife Control, para que recogieran al animal. Una organización que se dedica al control de animales, siendo ellos quienes compartieron imágenes del momento en que lo retiraron y subían a una camioneta.
Los caimanes son liberados después en zonas donde no ofrecen peligro para las personas. Los encuentros con caimanes son bastantes comunes en el sur de Florida, un área donde la población de especímenes es de más de un millón.
Agentes de policía de Miami-Dade capturaron en febrero un caimán de más de 200 libras que fue visto primero en la carretera y luego cerca de viviendas de la zona de Kendall, cerca de SW 136 Street y 97th Avenue.
Los frecuentes encuentros con caimanes en el sur de Florida, pocas veces ocurren con desenlaces fatales, según refieren autoridades locales. Un lamentable encuentro ocurrió en el mes de febrero que se hizo noticia en los medios de difusión cuando una anciana de 85 años muere intentando salvar a su mascota de las garras de un cocodrilo cuando lo paseaba por su entorno (Fort Pierce), el animal la capturó a ella.
Ron Magill, experto en vida silvestre dijo en esa ocasión:
“La gente necesita entender que hay más de un millón de caimanes en el estado. Debe asumir que podría haber un caimán en cualquier cuerpo de agua dulce del estado”, “El animal actúa por instinto. Nunca debes caminar alrededor de un cuerpo de agua al anochecer o al amanecer, o especialmente durante la noche. Los caimanes son depredadores de emboscada, esperan a que sus presas lleguen a lo largo de la costa y las atrapen”, aclarando:
“Se complica si estás paseando a una mascota pequeña porque estos caimanes no conocen la diferencia entre un Schnauzer y un mapache”