Dos inmigrantes cubanas embarazas han escrito cartas suplicando a la Casa Blanca que no deporten a sus esposos, quienes permanecen en un centro detención de Stewart, en el estado de Georgia, donde les han informado serán devueltos a la Isla, informa Telemundo 51.
A solo semanas de dar a luz, ambas mujeres viven una pesadilla, ante la inminente posibilidad de que sus esposos sean deportados a Cuba.
Heidy Dayana Jane Milian y Dayana Nicolau se entregaron en la frontera con sus parejas, todos fueron detenidos en un centro de inmigración para procesar sus casos, a ellas las pusieron en libertad por su estado, sin embargo sus maridos tuvieron que continuar el proceso detenidos, y al parecer perdieron el caso, ya que las noticias que reciben no son precisamente alentadoras.
Jane Milian cuenta que la detuvieron y la separaron de su esposo de manera automática, desde entonces no lo ha vuelto a ver.
«Me tuvieron ocho días a pan y agua estando embarazada… sin aseo, en una celda de 3 metros con más de 60 mujeres», relata.
Ellas realizaron junto a sus maridos una dura travesía, en la que se vieron obligadas a cruzar 7 peligrosas fronteras, aseguran han sido los cuatro meses más horribles de sus vidas, con mucha incertidumbre y temor, pese a ello confiesan regresar a Cuba no es una opción que valoren.
«Es lo más difícil que me ha tocado, pensar que voy a dar a luz sola, no sé si me tendré que quedar en este país y a él lo deportarán, que va a pasar (…) Hay días que me dice todo va a estar bien, hay días en que se derrumba, yo digo «Dios mío, otro día más», explica Heidy.
Por su parte Nicolau detalla que «todas las cosas bonitas los ultrasonidos, los he tenido que hacer sola. Pensar que debo parir sin él, no me lo imagino. Él me dice yo estoy bien, pero no está bien».
La abogada de inmigración Grisel Ybarra dio a conocer a la cadena hispana de noticias que el hecho de que sus esposas estén a punto de tener un bebé en EEUU, no garantiza que detengan el proceso de deportación a los padres de las criaturas.
«Todo el mundo me dice tienes que comer, tienes que alimentarte, estoy en el limbo, llego a este país, pienso que me voy a desenvolver, todo es una traba. Me siento frustrada», añadió Nicolau, que asegura no viene a Estados Unidos para regresar a la Isla comunista al año y un día, sino que vino a trabajar y a darle un futuro a su hijo.
Una de las embarazadas Heidy pidió al presidente Donald Trump, ante las cámaras que deje de «recrudecer la política de tolerancia cero con los migrantes, no todos pertenecemos a bandas, no todos somos traficantes. Somos trabajadores y venimos buscando derechos».
En el centro de detención de Stewart, en Georgia, otros 15 cubanos están en la misma situación que los esposos de estas dos inmigrantes.
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