El horario de verano ya casi está llegando a su fin, por lo que próximamente, antes de culminar el año, muchas personas que residen en Estados Unidos deberán atrasar sus relojes una hora.
Dicho horario comenzó a surtir efectos el segundo domingo del pasado mes de marzo, o sea, el 10 de marzo, cuando se procedió a adelantar una hora en los relojes de 2:00 a.m. a 3:00 a.m.
Este horario perdurará hasta el venidero 3 de noviembre, fecha en la cual se atrasará una hora en los relojes de 2:00 a.m. a 1:00 a.m.
En el contexto actual aproximadamente el 40% de los países del mundo, lo que supone una cantidad estimada de 70 naciones, aplican el horario de verano.
En el caso de Estados Unidos la mayoría de sus estados han mantenido el horario de verano con carácter anual durante los 8 meses correspondientes, no obstante, existen algunos estados y territorios de este país que solo utilizan el horario de invierno o estándar.
De acuerdo a la información ofrecida por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, el horario de verano no está vigente en los siguientes territorios: Puerto Rico, las Islas Vírgenes, las Islas Marianas del Norte, Guam y Samoa Americana, ni tampoco en el estado de Hawaii ni en la mayor parte del de Arizona.
Lo cierto es que se ha suscitado un intenso debate en torno a la aplicación del cambio de hora, que incluye numerosas quejas por parte de los residentes, existiendo criterios divididos en cuanto al empleo del horario de invierno durante todo el año o al de verano, pero uno de estos exclusivamente.
El fuerte impacto de la crisis energética ocurrida en la década de 1970 en Estados Unidos provocó que comenzara a usarse en este país el horario de verano en el transcurso de todo el año, pero a la gente no le agradó la iniciativa.
Según David Prerau, autor del libro «Aprovecha la luz del día: la curiosa y contenciosa historia del horario de verano», la salida del sol en la etapa de invierno en determinadas áreas sucedía alrededor de las 9:00 a.m. y a veces hasta más tarde, por lo que las personas acudían a sus lugares de trabajo y enviaban a sus hijos a las escuelas en plena oscuridad.
En tal sentido Prerau señaló: «Se volvió muy impopular muy rápidamente».
Asimismo, destacó que acoger el horario estándar para todo el año en Estados Unidos implicaría dejar de utilizar esa hora extra del día en que hay luz durante 8 meses en las jornadas nocturnas.
Sin embargo, algunos especialistas han manifestado que la aplicación del cambio de hora puede provocar afectaciones a la salud y comprometer la seguridad de los individuos de forma general.
En correspondencia con lo revelado por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, en los primeros días de implementación del horario de verano en sustitución del horario estándar, la cifra de accidentes de tránsito aumenta. Igualmente, las modificaciones de horario han estado vinculadas al surgimiento de alteraciones en el estado anímico y a casos de suicidios.
Los expertos de dicha institución también indicaron que la transición del horario de invierno al de verano cada año puede incrementar los peligros de ataques cardíacos y de trastornos cerebrovasculares.
Con base en sus estudios esta entidad, al igual que muchas otras, aboga en su sitio web por el establecimiento de un horario nacional único durante todo el año.
Una de las prácticas a la que recurren varias personas con el objetivo de acondicionar su organismo ante el cambio de horario es acostarse a dormir y levantarse más tarde en las jornadas previas al atraso de los relojes.
En sentido general, la mayoría de la gente trata de aumentar sus precauciones al conducir a raíz del cambio de horario, pues suelen registrarse un mayor número de accidentes.