Detenidos seis cubanos en Guantánamo, al oriente del país, por dos asesinatos, el primero de ellos ocurrido en marzo, y el otro en mayo pasado, dio a conocer ayer lunes 3 de julio, el Ministerio del Interior de Cuba (MININT), recogió América TeVé.
Según el medio local Venceremos, el primer asesinato se perpetró el 14 de marzo de 2023, en la localidad El Peral, poblado de San Justo, en la provincia Guantánamo, por este crimen fueron arrestados cuatro sospechosos, quienes se encuentran «en prisión provisional y procesados por el delito de asesinato».
Las autoridades hallaron el cuerpo de la víctima en los márgenes del río Guaso, con signos de violencia.
El segundo crimen se cometió en Puente Negro, también en el poblado de San Justo, el pasado 14 de mayo en horas de la noche.
La prensa oficialista indicó que «una persona que conducía un medio de transporte (motorina) fue agredida brutalmente y luego falleció mientras recibía atención médica en el Hospital General Docente Agostinho Neto».
Los criminales han sido identificados como Jordan Enrique Pelegrín Serantes, de 19 años de edad, con antecedentes penales por amenaza; y Alberto Limonta Rodríguez, de 23 años, también con antecedentes penales por tenencia de arma blanca y propagación de epidemias.
«Ambos implicados reconocieron su participación directa en el crimen, el cual reconstruyeron y del que existen suficientes elementos criminalísticos y penales para ser procesados por el delito de asesinato», agregó el MININT.
Sobre los sicarios, las autoridades precisaron que «son promotores de una cadena delictiva, de la que están aseguradas 16 personas en prisión provisional, al reconocer su participación en 14 hechos de robos en tiendas TRD, peluquerías, talleres de reparación de teléfonos, viviendas y la vía pública».
Una creciente ola de violencia ha tenido lugar en Cuba durante los últimos meses, a diario las redes sociales y la prensa independiente se hacen eco de los múltiples robos, asaltos y muertes que están teniendo lugar en la Isla, mientras el régimen intenta seguir vendiendo la idea de que La Mayor de las Antillas es un lugar seguro, donde reina la tranquilidad para los visitantes.