El designado gobernante cubano Miguel Díaz-Canel hizo un llamado a inicios de esta semana, a retomar medidas que se aplicaron en la Isla, durante el «Período Especial» de los ’90, exigiendo a los nacionales «austeridad y ahorro», informa CubaNet.
El sustituto de Raúl Castro en Pinar del Río, una de las cuatro provincias que ha visitado en los últimos días, dijo que es necesario volver la atención sobre estas medidas que «en su momento resultaron útiles y también pueden serlo ahora».
Asimismo enfatizó en que no se puede regresar a la «ineficiencia» en las actuales circunstancias que enfrenta el país caribeño.
Aunque Díaz-Canel ha insistido en que Cuba no regresará al tan temido «Período Especial» y ha asegurado que la crisis es «coyuntural», vinculada al déficit de combustible, ante el descalabro social-político y económico de Venezuela, el líder comunista también señaló en días recientes que la Isla no volverá a la normalidad a corto plazo.
Asimismo habló de la necesidad de «potenciar la austeridad y el ahorro» en las circunstancias actuales.
En su evaluación en la occidental provincia, confirmó la llegada del primer envío de combustible previsto, sin embargo advirtió nuevamente que Cuba no regresará a la normalidad, porque el buque «Manuela Sáenz» que arribó el pasado sábado 14 de septiembre, no logrará satisfacer toda la demanda de la economía cubana.
En Pinar del Río se estuvo trabajando con el 30% del combustible, sobre este punto explicó que logró superar este primer momento con la menor afectación y mantiene «su vitalidad, como también lo ha logrado el resto de la nación».
Díaz-Canel agregó que «no se detectan problemas con abastecimientos de alimentos, ni se han producido apagones, ni dificultades en los procesos fundamentales», pese a que la economía trabaja en condiciones «más limitadas».
El incremento del uso de la tracción animal para el traslado de pasajeros y de cargas, la recogida de basura, el transporte de pan, productos de la gastronomía y el comercio, así como la utilización del carbón vegetal, la leña y el serrín para cocinar en entidades gastronómicas, comedores obreros, centros de elaboración y pequeñas industrias, se ubican entre las medidas impuestas en el territorio para paliar la crisis.