“Dipirona y paracetamol” ausentes en las farmacias cubanas, la situación con los medicamentos se agrava

Las penurias que el cubano soporta desde hace más de cinco décadas y que han obligado a muchos a huir de un régimen opresivo que mantiene vigente una política económica descabellada que asfixia a los nacionales, es una pesadilla cotidiana de la que la población cubana no puede escapar.


La escasez es algo recurrente, ya no asombra a nadie; las colas en Cuba son históricas, la década del ´70, el período especial son algunos de los momentos clímax de la crisis que en realidad nunca se ha alejado de la realidad del cubano común.

Pero incluso el problema de acceder a los bienes y artículos de primera necesidad, como aceite, papel higiénico, alimentos ya no es el único problema, se une también la agravada situación de los medicamentos en la Isla.

En las últimas semanas las colas se han visto también en las farmacias, en especial las ubicadas en La Habana. La causa fundamental de la multitud de personas visibles en torno a esos establecimientos es la adquisición de tabletas de dipirona y paracetamol, dos de los calmantes más consumidos por la población.

Algunos deducen que la producción de esos medicamentos con materias primas nacionales, insisten los cubanos, ha decaído, y por ello no se satisfacen las demandas.

Otras opiniones apuntan a culpar a las empleadas de las farmacias, las que estarían vendiendo al público una ínfima parte de los medicamentos recibidos, el resto como ha informado la propaganda estatal lo esconden para venderlo a quienes luego los revenden en la calle.


La prensa estatal cuando echa a andar la mala propaganda contra esas empleadas, olvida para su beneficio que el salario estatal es insuficiente para satisfacer incluso las necesidades elementales, y que de manejar esta hipótesis no es más que otra forma de “lucha” adoptada por una gran parte de los cubanos.

En la mañana del jueves, 19 de octubre la cola era inmensa para acceder a la farmacia de la calle Infanta, en el municipio de Centro Habana.

“Imagínense que ahorita llevo un mes con la receta de dipirona en el bolsillo, y no acabo de conseguirla. Ayer me enteré que hoy entraban los medicamentos en esta farmacia, y me levanté a las dos de la madrugada para marcar en la cola. Porque yo no puedo pagarle la dipirona a uno de esos revendedores, y mucho menos ir a una farmacia internacional, donde si la hubiera me la venderían en divisa”, se queja un jubilado.

“Yo creo que aquí está pasando algo raro. El otro día oí en la televisión que en Venezuela escaseaban los medicamentos. Cualquiera diría que Raúl le está mandando a Maduro la dipirona y el paracetamol que nos falta a nosotros”, opinó una señora mayor.

En las farmacias internacionales la dipirona con paracetamol cuesta alrededor de dieciséis pesos convertibles CUC, prácticamente lo que gana un empleado estatal en Cuba en un mes.

(Con información de Cubanet)


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