Funcionarios de la Dirección de Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior (Minint) del régimen cubano dieron a conocer algunas aclaraciones sobre varias lagunas que presenta el proyecto de ley y que ha generado cierto debate en los antillanos que residen en el extranjero por temor a perder la ciudadanía cubana.
En el espacio informativo oficialista «Buenos Días» compareció este jueves el teniente coronel Roilán Hernández quien se desempeña como Jefe del Departamento de Asesoría del Minint y aclaró que los cubanos no perderán la ciudadanía como bien lo plantea la carta magna del país en su artículo 36, ni el estado ha tomado ninguna medida respecto al tema en cuestión.
Recuerda que el artículo al que se hace referencia reseña el principio de ciudadanía efectiva, el cual establece que «los cubanos no pierden la ciudadanía cubana por tener otra». Así mismo enfatizó que en estos momentos para el gobierno la renuncia a la ciudadanía cubana no es algo que ellos consideren necesario ni tampoco modificarán la ley en ese sentido.
Refiere el primer oficial que los cubanos residentes en el exterior cuando ingresen a territorio nacional deben actuar como si fueran ciudadanos cubanos independientemente de que posean otra ciudadanía, de hecho, para ingresar deben portar el pasaporte cubano válido tal y como lo decreta la Constitución de la República de Cuba que se aprobó hace cinco años atrás.
«A partir de esta norma, debe entenderse que un cubano cuando llega a Cuba debe identificarse con su pasaporte nacional, su pasaporte cubano, no con el de otra ciudadanía», subraya Roilán en vivo ante la televisión nacional.
El nuevo proyecto de ley que supuestamente está en manos de la población para hacer sugerencias y modificaciones posibles establece la oportunidad que tienen las personas para renunciar a la ciudadanía cubana, no obstante, mientras no exista una ley de ciudadanía que reglamente el proceso no estará disponible el derecho.
Aunque desde el año 1976 se agregó este derecho ciudadano en la constitución no existe una norma jurídica que permita que los cubanos practicar este derecho, incluso en este proyecto está incluido, pero no puede implementarse por las razones planteadas.
A finales del próximo mes de diciembre la Asamblea Nacional del Poder Popular debe «someter a votación» ambos textos jurídicos con el objetivo de aprobarlos. La nueva Ley de Migración que pretende aprobar la dictadura de aprobarse se da en un contexto migratorio crítico para el país, donde casi medio millón de cubanos han abandonado la isla en busca de mejores oportunidades y menos represión política y social.
Según el régimen el proyecto tiene la intención de «ofrecer soluciones migratorias que coadyuvan a la inserción de los cubanos en el nuevo modelo económico». Refiere además que «ofrece un tratamiento a los cubanos cuando se encuentran en el territorio nacional, similar al de los cubanos residentes, excepto en aquellos aspectos que la Ley establece otro», dice la norma legislativa.