Gustavo Vargas, director general de la aerolínea boliviana Lamia, cuya nave cayó en Colombia con la delegación del club Chapecoense a bordo, fue detenido el martes junto con otros dos funcionarios de la firma, según informó la fiscalía.
Vargas fue trasladado hasta las oficinas de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz, localidad sede de la firma. El fiscal Iván Quintanilla, miembro de la comisión que investiga a Lamia, ya había adelantado más temprano que emitió orden de aprehensión para implicados en el caso.
«Con fines investigativos fueron arrestados, además de Vargas, la secretaria y el mecánico de la empresa, si hay elementos e indicios que se puedan relacionar dentro del presente caso, el Ministerio Público aplicará el Código Penal, si no, se ordenará el cese de arresto», explicó Quintanilla a la prensa, según detalló el portal de internet del diario Los Tiempos.
El martes, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) retiró documentación de las oficinas de LAMIA, que están intervenidas por las autoridades, según reportes de prensa.
El propio Vargas había admitido días antes al diario Página Siete que la nave, un BA-146 modelo RJ85, debió haberse reabastecido de combustible en el poblado boliviano de Cobija, en el extremo norte del país, para continuar su ruta hacia Colombia.
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