La visita del Papa a Cuba concluyo pero a su paso dejo una hola de arrestos preventivos y de más violaciones para con los opositores del régimen. Más de 300 opositores fueron detenidos en Cuba para que no asistieran a la misa del Papa y además fueron privados de sus servicios telefónicos para así cortar su comunicación. Según un reporte de «El Nuevo Herald» varios opositores han presentado una queja formal en las oficinas de ETECSA para que les restablezcan el servicio o les devuelvan su dinero. Hasta el momento y como era de esperarse no han recibido respuesta de nadie en la empresa telefónica y es muy probable que nunca la tengan.
El gobierno fue consecuente con su modo de actuar ante la ya conocida complacencia de la iglesia en Cuba, arrestó disidentes sin razón alguna, les corto el teléfono y a muchos los amenazo con permanecer en sus casas si no querían ser arrestados. Según varios cables de noticia muchos opositores ya están siendo liberados pero el servicio telefónico sigue ausente hasta el día de hoy. Benedicto XVI perdió una gran oportunidad de mandar un mensaje al mundo sobre lo que ocurre en Cuba al no reunirse con varios opositores que le habían pedido un encuentro.
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