Disminución en ventas y precios de viviendas en Florida sugiere el comienzo de otra burbuja inmobiliaria

Florida se enfrenta a una posible crisis inmobiliaria, ya que las ventas de viviendas han caído hasta un 46%, al igual que los precios. Los expertos atribuyen esta caída al alza de los seguros y las tasas de interés, y advierten que las nuevas políticas migratorias y arancelarias podrían agravar aún más la situación.

Según Redfin, una importante aplicación inmobiliaria en EE. UU., actualmente hay 179,000 propiedades disponibles para la compra en el estado. Esta cifra representa un aumento del 23% en comparación con el mismo período del año pasado y marca el mayor inventario de viviendas desde 2012.


En febrero pasado, Miami registró la venta de tan solo 307 propiedades, entre casas, adosados y apartamentos, lo que representa una disminución del 7 % con respecto al año anterior. Esta cifra también incluye viviendas de lujo.

María La Rosa, agente de bienes raíces, dijo: «Estamos muy lejos de la época de la pandemia en la que la gente compraba casas hasta sin verlas. El año pasado el tiempo de venta fue un promedio de tres meses. Ahora puede ser hasta más de cuatro y bajando el precio».

El temido colapso de la burbuja se puede atribuir a más de dos años de tasas de interés elevadas, junto con las recientes declaraciones de la Reserva Federal, que supervisa dichas tasas, anunciando que no habrá reducciones.

Tras el colapso de la Torre Champlain en 2021, al norte de Miami Beach, se implementaron nuevas regulaciones en toda Florida. Estas normas exigen que las estructuras de condominios de más de tres pisos se sometan a inspecciones estructurales 30 años después de su construcción, o 25 años después si se ubican en un radio de 5 kilómetros de la costa.

Los propietarios también deben tener reservas financieras suficientes para afrontar los gastos de mantenimiento y reparación necesarios, que pueden ascender a millones de dólares.


Las asociaciones de condominios están preocupadas de que estos gastos aumenten debido al actual conflicto comercial, particularmente con Canadá y México, que son fuentes clave de madera y metales vitales para proyectos de construcción.


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