Ana Karelia Borrego Machado, médica cubana, solicitó recientemente asilo político en Estados Unidos. Ella compartió las dificultades que hicieron que su existencia en Cuba fuera insoportable y que finalmente la llevaron a optar por abandonar el país y dejar temporalmente atrás a dos de sus hijos con la esperanza de reunirse con ellos en el futuro.
La doctora en una conversación con Telemundo 51 reveló que enfrentó un acoso constante por parte del gobierno cubano, que la tildó de disidente y desafecta. Sintió tanto acoso, que se convirtió en un tormento que hizo que decidiera salir del país, «fui perseguida sin piedad”.
El gobierno cubano la calificó de disidente, fue acusada de participar en organizaciones de derechos humanos e iniciaron una ola de acciones de represalia en su contra, que incluyeron constantes intimidaciones y acoso por parte de la Seguridad del Estado.
Como resultado de esta situación, recurrió a los medios de comunicación independientes en busca de ayuda, lo que sólo intensificó la opresión que enfrentaba, provocando finalmente que perdiera su empleo y dejándola incapaz de mantener a su familia.
En julio del 2024 dada la situación de inseguridad y acoso que estaba viviendo decidió embarcarse en una peligrosa travesía hacia Estados Unidos.
Después de un viaje de tres semanas, finalmente llegaron a la frontera entre Estados Unidos y México. El 9 de agosto, los funcionarios los detuvieron. Poco tiempo después, Borrego fue puesta en libertad, se le colocó un dispositivo de monitoreo electrónico y un formulario I-220A, mientras que su hijo fue enviado de regreso a México.
El regreso de su hijo a México le causa preocupaciones importantes debido a la violencia presente en esa nación y porque las reglas de inmigración actualizadas indican que su hijo podría perder la capacidad de regresar a los EE. UU. tras intentar ingresar ilegalmente, eludiendo la cita designada por CBP One que exige la ley.
Tanto Borrego como su hijo no pueden regresar a Cuba. Viven con el temor de ser arrestados o acosados por el gobierno. La médica cubana espera su audiencia legal en Estados Unidos y desea reunirse con sus seres queridos mientras busca una vida llena de libertad.
