Donald Trump pretende mejorar el sistema de salud con nueva orden ejecutiva

Este martes, el mandatario estadounidense, Donald Trump, firmó una directiva ejecutiva destinada a cambiar la estructura de precios de los fármacos recetados en la nación. El objetivo de esta iniciativa es disminuir los gastos para millones de personas en Estados Unidos, agilizar la autorización de fármacos genéricos y mejorar la eficacia del programa de salud pública Medicare, al mismo tiempo que se brinda apoyo a la industria farmacéutica.

Un anuncio publicado por la Casa Blanca aclara que esta propuesta refuerza y expande las acciones ya emprendidas por el gobierno para facilitar el acceso a medicamentos fundamentales, al mismo tiempo que se ocupa de problemas internos en la cadena de suministro farmacéutica.


La orden indica al Departamento de Salud y Servicios Sociales mejorar el Programa de Negociación de Precios de Medicamentos de Medicare con el objetivo de sobrepasar el 22% de reducción de costos alcanzado en el pasado. Sincronizar el costo de Medicare para determinados fármacos con el precio que los hospitales efectivamente pagan, lo que podría lograr una reducción de hasta un 35% en gastos.

También ordena al departamento a uniformar los pagos de Medicare independientemente de la ubicación del paciente que recibe atención, con la meta de reducir costos en un 60%.

Asimismo, se prevén tarifas muy reducidas para fármacos esenciales dirigidos a grupos vulnerables, por ejemplo, las personas de bajos recursos y otras que no cuentan con seguro verán una disminución de $0.03, además de una tarifa administrativo. La inyección de epinefrina costará 15 dólares.

El mandato promueve una estrategia centrada en la competencia, claridad y efectividad, al alentar la adopción de medicamentos genéricos y biosimilares, los cuales pueden ser hasta un 80% más económicos que sus contrapartes de marca.


Asimismo, se ordena a la administración federal que agilizara el proceso de validación de estos productos a través de la FDA y que considere la posibilidad de reevaluar ciertos fármacos prescritos para su venta sin receta. La directiva también apunta a los intermediarios de medicamentos (PBM), demandando una transparencia aumentada en las tarifas que los PBM abonan a los distribuidores.

La gestión de Trump sugiere fortalecer la influencia de los estados para obtener mejores tarifas en sus servicios de salud públicos. Algunas de las acciones incluyen desarrollar iniciativas para la entrada de fármacos al país como se hace actualmente en Florida. Asimismo, impulsar convenios de adquisición más efectivos para fármacos caros, tales como los empleados en el tratamiento de la anemia falciforme.

Uno de los aspectos que más se ha abordado es la indicación al secretario de salud Robert F. Kennedy Jr para que en sintonía con el Congreso modifiquen el programa de negociación de precios del Medicaren que se implementó como consecuencia de la Ley de Reducción de la Inflación en el año 2022.

Las compañías farmacéuticas han expresado su desacuerdo con este esquema, en particular con lo que se conoce como “penalización de la pastilla”, que restringe el costo de determinados medicamentos por un periodo prolongado. De acuerdo con Trump «esta penalización amenaza con distorsionar la innovación y alejar las inversiones de medicamentos más accesibles».

El presidente estadounidense es del criterio que las píldoras y cápsulas, las cuales constituyen la mayor parte de las medicinas, tengan un plazo de exclusividad de 13 años como los medicamentos biológicos antes de que se les permita la negociación de precios. De acuerdo con lo informado por Reuters, esta es una conquista para el sector, que ha estado abogando durante mucho tiempo por flexibilizar los plazos de acuerdo y aumentar sus márgenes de ganancia.

Aparte de las modificaciones en Medicare, la directiva solicita que la FDA facilite las peticiones de los estados para traer medicinas desde Canadá y otras naciones. Se busca que un mayor número de estados se unan a lo que ha comenzado Florida.

De forma simultánea se aboga por una colaboración entre los Departamentos de Justicia y Comercio, al igual que la Comisión Federal de Comercio para hacer frente a las prácticas anticompetitivas de los productores.

Con esta directiva presidencial, Trump refuerza su dedicación a poner a los pacientes de EE. UU. como prioridad en el sistema de salud, aunque para ello incorpora reclamos tradicionales del sector farmacéutico. Las autoridades subrayan que las acciones implementadas producirán economías que superarán las obtenidas en la etapa inicial del proceso de negociaciones, aunque todavía no se han compartido datos concretos.

La disminución en el precio de los fármacos, la igualdad en el acceso y la transformación del sector farmacéutico se establecen como fundamentos del modelo de salud del presente gobierno.


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