Los últimos días del mandato de Barack Obama pueden quedar marcados por la liberación de presos de la cárcel estadounidense en la base naval de Guantánamo, donde todavía hay 59 reos.
Por el momento Donald Trump ya ha dejado claras sus intenciones de frenar estas puestas en libertad de manera inmediata, a pesar de que la mitad de los reclusos han sido declarados transferibles.
There should be no further releases from Gitmo. These are extremely dangerous people and should not be allowed back onto the battlefield.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
A través de las redes sociales el próximo inquilino de la Casa Blanca aseguró que «no debería haber más liberaciones de Gitmo» (abreviatura de Guantánamo). «Son personas extremadamente peligrosas y no se les debería permitir regresar al campo de batalla», añadió.
El magnate ya avisó en campaña que iba a dejar sin efecto el cierre de la prisión en territorio cubano. De hecho llegó a apoyar los métodos de ahogamientos, conocidos como «waterboarding», durante los interrogatorios, algo que Obama llegó a calificar de tortura.
La primera orden de Obama al asumir la presidencia, en enero de 2009, fue cerrar Guantánamo en el plazo máximo de un año. Sin embargo la oposición del Congreso acabó por convertirse en un obstáculo imposible de salvar.
En uno de sus últimos discursos reiteró que la cárcel en la mayor de las Antillas es un recurso utilizado por la «propaganda» del Estado Islámico (ISIS). El actual mandatario norteamericano también llegó a calificar esta cárcel como una «mancha en el honor nacional».
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