Un extenso caso de estafa de Medicare concluyó con dos cubanos del condado de Miami-Dade con condenadas de varios años.
Su plan fraudulento implicó orquestar la friolera de 93 millones de dólares en reclamaciones falsas por tratamientos médicos que en realidad nunca se proporcionaron. Las autoridades revelaron que el dúo empleó identidades de pacientes robadas, incluidas las de personas fallecidas, para perpetrar sus actividades engañosas reportó el El Nuevo Herald.
Karel Felipe y Tamara Quicutis, residentes de Miami Shores y Hialeah respectivamente, fueron declarados culpables el martes en un tribunal federal de Miami. Sus cargos incluían conspiración para cometer fraude en la atención médica y fraude electrónico, así como conspiración para cometer lavado de dinero, según los registros. La sentencia para ambos individuos está fijada para el 4 de enero.
Jesús Trujillo, de 52 años y oriundo de Miami, reconoció su culpabilidad el 25 de septiembre en relación con los cargos de conspiración para orquestar fraude a la atención médica, fraude electrónico y lavado de dinero. Trujillo fue responsabilizado de liderar un equipo que reclutó a cubanos para hacerse pasar por propietarios de empresas de atención médica domiciliaria, lo que constituyó el meollo de esta operación fraudulenta, según autoridades estadounidenses.
El 21 de diciembre marca la fecha fijada para la sentencia programada del individuo, según anunció el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa reciente.
Si son declarados culpables de cada cargo de conspiración, el grupo podría recibir una sentencia de 20 años de prisión como el castigo más alto disponible.
Felipe, Quicutis, Trujillo, junto con otros cuatro cómplices, que residen en Miami-Dade, fueron acusados por las autoridades federales de participar en un plan engañoso. Su objetivo implicaba manipular Medicare mediante la fabricación de facturas en nombre de tres empresas de atención médica domiciliaria: Care, Nu-Wave y Tri-County. Esta insidiosa operación duró desde octubre de 2016 hasta mayo de 2019 y tuvo lugar únicamente en Michigan. Sorprendentemente, estas tres empresas lograron recibir un total de 53,3 millones de dólares en reembolsos de Medicare.
Las personas en cuestión, según el Departamento de Justicia, lograron persuadir a personas de Cuba para que firmaran documentos de inscripción en Medicare, haciéndose pasar así por los propietarios de las agencias de atención médica domiciliaria. Su intención era ocultar las verdaderas identidades de Felipe, Quicutis y el resto de sus cómplices implicados en este esquema fraudulento.
Felipe, Quicutis y sus cómplices aplicaron un elaborado plan para ocultar las ganancias del fraude al Medicare y transformarlas en efectivo físico en cajeros automáticos y establecimientos de cambio de cheques en Miami y sus alrededores. Para lograrlo, orquestaron hábilmente numerosas empresas fantasma y cuentas bancarias en Florida y varios otros estados.
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