Imágenes del Servicio Secreto con las armas afuera apuntando a las puertas mientras los manifestantes invadían las cámaras del Capitolio están dando la vuelta al mundo dando una idea de la magnitud de lo sucedido.
El Servicio Secreto tuvo que retirar al vicepresidente Mike Pence y mientras lo sacaban agentes protegieron las puertas listos para disparar si entraban los manifestantes.
La capital del país se ha convertido en un campo de batalla donde varios manifestantes que apoyan al presidente Trump ha tomado el Capitolio obligando a parar el proceso constitucional de contar los votos electorales.
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