Varios directores ejecutivos de grandes líneas de cruceros viajaron a La Habana esta semana para hablar con el gobierno cubano sobre negocios.
Las compañías, muchas de ellas con sede en Estados Unidos, continúan trayendo visitantes a Cuba a pesar de las gélidas relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros y el gobierno cubano organizaron el evento de dos días, que comenzó el lunes.
Frank Del Rio, CEO de Norwegian Cruise Line Holdings, dijo que la industria de los cruceros sigue apoyando el mantener a Cuba abierta como destino.
«Esperamos que los gobiernos puedan resolver sus diferencias».
Recientemente, la administración Trump emitió nuevas regulaciones que prohíben a los estadounidenses hacer negocios con 180 entidades vinculadas al ejército cubano.
También hace que sea más difícil para los estadounidenses viajar a Cuba, pero las aerolíneas y los cruceros siguen llegando.
«Antes de que se modificaran las reglamentaciones, los barcos estaban llenos y siguen llenos, por lo que vemos un impacto mínimo en nuestro negocio debido a las nuevas reglamentaciones», dijo Del Río.
Según el consejo comercial y económico de Cuba y Estados Unidos, en los próximos dos años la industria de cruceros podría entregar cerca de medio millón de pasajeros a Cuba.
«La buena noticia es que todavía estamos aquí. Los clientes están contentos de venir a Cuba. De todos los aproximadamente 500 destinos que mis líneas de cruceros visitan en todo el mundo, La Habana ocupa el primer lugar en satisfacción del cliente».
Del Río, que es cubanoamericano y fundó Oceania Cruise Lines, dice que quiere mejores relaciones entre ambos países. Y en el futuro, le gustaría que estén completamente normalizados.
«Hacemos negocios con China, hacemos negocios con Rusia, enemigos mortales de los Estados Unidos. Cuba se merece algo más que eso».