Richard García, el cubano que hace unos días se negó a pelar a un represor en su barbería privada, explica sus motivos y nos deja una excelente reflexión sobre lo que significa vivir bajo dictadura.
García quiso dejar clara la razón de su negativa, y hablarles a todos de su forma de pensar.
«Yo soy el barbero que no peló al chivato, y voy a dejar algo claro aquí con respecto a muchas cosas que pasan y mi forma de pensar. ¿Por qué tengo que pedirle a mi hermana o a mi mujer que me ponga dinero en la tarjeta para comprar comida, si yo trabajo?», cuestionó.
«¿Por qué que decirle a mi mujer o a mi hermana que me recargue el celular si yo trabajo, por qué tengo que esperar a un amigo, un familiar que venga de visita y me invite a ir a un hotel en Varadero? Bro yo trabajo asere», reiteró.
«Y trabajo ocho horas al día en una barbería de lunes a sábado, y casi sin coger vacaciones. ¿Y por qué tengo que mandar a pedir ropa o zapatos a alguien que trabaja como yo, solo que en otro país?», preguntó.
«¿Por qué tengo que decidir entre tomarme una cerveza o comprar dos libras de arroz, por qué no puedo llevar a mis hijos a un parque y ese día complacerlos en lo que quieran? Si yo trabajo. ¿Por qué tengo que pasar tanto trabajo…? Men si yo trabajo», sostuvo.
«Ya está bueno ya, nosotros aquí en Cuba dependemos de los gusanos como llaman los que piensan distinto, si yo por pensar como pienso soy un mercenario, soy entonces un mercenario de mis derechos como ser humano y como cubano que ya está cansado de no ver el sudor de su trabajo y la prosperidad de su vida y familia…PATRIA Y VIDA», concluyó.
Su mensaje se ha vuelto viral en las redes y ya cuenta con más de 5.000 corazones y sobrepasa los mil comentarios.
«Eres muy valiente. Tienes coraje y dignidad, te diste a respetar. Marcaste la diferencia. Real tu mensaje, Dios te bendiga a ti y tu familia», comentó la internauta Silvia Robles.
«Usted es un valiente, mis respetos a todos esos jóvenes que se están expresando con su corazón, sin miedo. Y sí, mi niño, porque puedes ser mi hijo, en una sociedad próspera usted viviría decentemente del sudor de su trabajo. Eso llegará. Dios te bendiga», indicó Maritza Canet.