El activista cubano Lidier Hernández Sotolongo presentó este miércoles una demanda «por daños y perjuicios en Tribunal Provincial de Cienfuegos», luego de la prohibición de salida del país que le ha impuesto el régimen, lo que no le permite regresar a Uruguay, país donde reside.
«Presentada la demanda por daños y perjuicios en Tribunal Provincial de Cienfuegos. Me siguen privando de mi libertad de regresar a Uruguay con mi esposa y aún nadie del oficialismo se pronuncia sobre mi caso!No sigan separando familias!», escribió el joven en sus redes sociales, donde ha dado a conocer todas las noticias sobre su caso.
Lidier, un joven informático que reside en Uruguay, no ha cometido ningún delito para estar «regulado» por el Gobierno de la Isla, el único motivo por el cual él como centenares de cubanos no pueden salir al exterior en estos momentos, es su activismo político.
Hernández Sotolongo ha participado en algunas protestas pacíficas ante la Embajada cubana en Montevideo.
Lidier viajó a la Isla para visitar a su familia, y a mediados de febrero cuando se dispuso a regresar a Uruguay junto a su esposa, el activista fue detenido en el Aeropuerto, donde se le informó estaba «regulado» y no podía viajar.
El cienfueguero ha acudido a Inmigración y Extranjería en su provincia, donde las autoridades le han negado un documento que explique los motivos de su prohibición, le han dado 60 días hábiles como plazo para dar respuesta a su caso.
«Viendo el caso del joven Lidier me asusté muchísimo. Salí de Cuba en una misión oficial y me quedé en Europa, y aunque han pasado años ahora no tengo absoluta confianza porque esto es una demostración irrefutable de por qué a los cubanos no se nos reconoce otra ciudadanía para entrar a nuestro país natal», explicó a ADN Cuba Roberto, licenciado en Matemáticas y residente en Bruselas, quien tenía pensado viajar a Cuba próximamente, luego de 15 años de que abandonara el país.
«No importa si tu estatus es de residente o si tienes otra ciudadanía, como es mi caso, pues la propia Constitución, que reformaron a su antojo, nos deja a merced del Gobierno. A pesar de que apenas tengo opiniones políticas no participé de la farsa del referéndum constitucional para los cubanos migrados», comenta Hernán desde la ciudad de Génova, quien al ver el caso de Lidier, dice sentir «paranoia y un profundo rechazo al Gobierno cubano».
«Hoy habíamos convocado un acto ante la embajada cubana en Madrid, para abogar por la inmediata libertad de Lidier, y solo asistimos seis personas. Varios me han comentado sobre el miedo que sienten por todo lo que está sucediendo en este sentido», expresó Mireles Galbán, residente en España.
«El caso de Lidier no es aislado, y unirnos apoyará el hecho de que solo en democracia es posible criticar un sistema y aun así convivir en él. Para ello debe perderse el miedo que es hoy, más que nunca el único factor que nos impide avanzar hacia el cambio necesario», añadió.
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