En el día de ayer el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) informó que en los últimos meses han sido deportados casi medio millón de migrantes que carecían de una base legal para permanecer en el país.
Específicamente desde el 12 de mayo del año pasado dicho departamento ha retornado a más de 482000 personas, cuya gran mayoría ingresó a la nación norteña tras cruzar la frontera suroeste. De esa cifra, más de 100000 personas fueron deportadas en los últimos dos meses.
A partir de esa fecha el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que tiene entre sus funciones la deportación de inmigrantes, incrementó el número de vuelos de este tipo al suspenderse la aplicación del Título 42, a cuyo tenor los agentes fronterizos podían expulsar de inmediato a los migrantes que cruzaran la frontera de forma ilegal para evitar la propagación de enfermedades infecciosas, fundamentalmente del coronavirus.
El DHS dio a conocer igualmente que entre el lunes y el miércoles se han efectuado varias operaciones de devolución de migrantes provenientes de países de Centroamérica y Venezuela.
Entre los repatriados se encontraban adultos solteros y familias que no lograron demostrar bases legales para quedarse en la nación norteña.
Es preciso destacar que, del total de deportados, una parte corresponde a migrantes que fueron devueltos de manera directa a Venezuela, como resultado de la reanudación en octubre de 2023 de las repatriaciones directas de nacionales de ese país, una práctica que estuvo congelada durante cuatro años.
Otro dato relevante es que la cifra de deportados revelada por el DHS supera la de extranjeros enviados a sus países en el año fiscal 2019.
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