“Me atrevería a decir que fue el presidente que más ofreció y el que menos promesas cumplió”, dijo una ciudadana estadounidense a PanAm Post, en alusión al presidente Barack Obama.
Un artículo del citado medio, escrito por el periodista venezolano Orlando Avendaño cuestiona que la opinión pública esté “indignada” con el tema de la deportación y de los centros de detenciones de niños de Donald Trump, cuando estas mismas crueldades ascendieron a niveles exorbitantes con el “demócrata chévere” en la presidencia.
El “Deportador en Jefe” le decían a Barack Obama, el texto publicado en PanAm Post arroja que la cifra de deportados con Barack fue de 2.8 millones de ilegales.
El demócrata “dejó la presidencia como el presidente de Estados Unidos que más deportó indocumentados; y, en consecuencia, separó familias. Casi tanto como la suma combinada de todos sus predecesores en el siglo XX”, añadió Avendaño, quien escribe desde Caracas.
Superando a Bush padre e hijo, a Reagan y a Bill Clinton, como dice el venezolano “en su momento se supo”, sin embargo no tuvo atención mediática.
Una nota de Univisión Noticias tomada por el periodista, y hecha pública al faltar seis meses para que Barack Obama dejará de ser Jefe de Estado, arroja que entre los años fiscales 2009 y 2015, la cifra de deportados fue de 2.671.860, con datos del Departamento de Seguridad Nacional (NHS, por sus siglas en inglés).
Acotaba también que “durante los diez primeros meses del año fiscal 2016 (al 30 de julio), la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) contabilizó 196.497” expulsados.
El caraqueño también echó mano de un editorial de The New York Times, de donde extrajo la siguiente información: “[Estos centros] que el Gobierno de Obama ha estado operando en Texas y Pensilvania, han sido una manera conveniente de manejar el creciente número de centroamericanos, muchos de ellos niños pequeños, que han llegado a la frontera sur desde 2014”.
En julio de 2016 el mismo diario publicaba: “Si la administración Obama tomara en serio sus principios, cerraría las prisiones familiares y abandonaría su énfasis en la represión fronteriza a favor de mayores esfuerzos para permitir que los centroamericanos contacten abogados y proporcionar alternativas familiares y comunitarias a la detención. Demasiado dinero y esfuerzo se ha gastado para disuadirlo y detenerlos, para acelerarlos a través de la corte, para perseguir a aquellos a los que luego se descubrió que podían ser deportados”.
El artículo de PanAm Post establece que la diferencia entre el presidente republicano y el demócrata, es que mientras la administración Obama perseguía ilegales y las medidas que aplicaba eran “feroces”, el ex mandatario mantenía un discurso opuesto, a lo que en verdad estaba sucediendo en EEUU con los indocumentados.
Según el periodista propuestas como DACA —o Deferred Action for Childhood Arrivals no llegaron a materializarse.
Los medios de prensa tienen puesta la mira sobre el presidente Donald Trump, a quien culpan de la tragedia en las fronteras de México con EEUU, el mundo está alarmado con las “cárceles de bebés”, las deportaciones y las familias separadas. ¿Pero por qué no lo vieron antes? Ahora todo esto es una realidad, pero antes también lo fue, y todo el mundo se quedó callado.
Avendaño toca el tan manoseado tema filosófico del “relativismo moral”, del que todo el mundo habla, pero en el cual todos caemos; también aborda la parcialidad de la opinión pública, y termina diciendo que “lo cierto es que Trump cumple a su electorado, mientras que el Demócrata chévere no lo hizo. Deportó más y comparte mayor responsabilidad en la existencia de los crueles centros de detención para niños”.
(Con información de PanAm Post)