A pocas horas de entrar en vigor las nuevas medidas que anunció del régimen cubano se disparan las divisas en el mercado informal de la isla. El euro y el MLC establecen nuevos récords mientras que la moneda estadounidense continua su paso estable, pero con una tendencia al alza. Las tres monedas en el país estuvieron cuatro días sin alteraciones, pero ya experimentan un alza en sus valores, menos el dólar.
En correspondencia con las tasas que publicó el medio independiente El Toque en el día de hoy la moneda europea alcanzó los 318 pesos por unidad y al parecer al cierre de la semana subirá dos pesos más su valor. Por otra parte, la Moneda Libremente Convertible (MLC) que utilizan mucho algunos pocos cubanos para acceder a las tiendas en divisas, llegó a los 266 pesos cubanos. El dólar se sigue cotizando a los 310 pesos.
La mediana de valores para el dólar estadounidense en su compra es de 310 CUP mientras que la venta está a 313, lo que puede cambiar en los primeros días de marzo. Con respecto al MLC el promedio en la compra se sitúa a 265 CUP y en la venta a 267. El euro tanto para la compra como para la venta marca 318 CUP.
Tal y como se pronosticó hace unas semanas, las divisas en Cuba aumentarían tras los anuncios extremistas del régimen de La Habana de subir el precio de los combustibles y la electricidad a los consumidores a partir del 1 de marzo. Era evidente que estas medidas que anunciaron en diciembre de 2023 traerían consigo gran impacto en la economía familiar de los «cubanos de a pie».
Las oscilaciones de los precios en estas monedas influyen de manera significativa en la economía de la isla ya que esta depende de estas para poder importar mercancías al país, pero debido a la alta demanda que existe en la isla, el estado no logra captar su totalidad ya que gran parte se cambia en el mercado negro y termina en los negocios particulares que ofrecen más productos de primera necesidad.
Además, el estado no cuenta con disponibilidad de esas monedas para satisfacer la demanda de la población que las recibe por lo que estas acuden a quienes las requieran a un precio por las nubes. Estas variaciones generan descontento e incertidumbre en los cubanos que necesitan planificarse económicamente para tratar de alimentar a su familia.
En diciembre la dictadura anunció que arremeterá contra el mercado informal cubano, según ellos porque no representa el verdadero escenario del país, aunque no especificaron de qué manera intervendrían. Según el gobierno el objetivo es “redimensionar el mercado cambiario, intervenir en el informal y controlar el tipo de cambio en el país”.
El gobierno planifica «recuperar el flujo de remesas» y tratará de explorar nuevas plataformas digitales para operaciones bancarizadas y pagos desde el exterior. Lo anterior evidencia el desespero de la dictadura de controlar las remesas fundamentalmente y reflejan la importancia del uso de la tecnología para fortalecer sus operaciones financieras a nivel internacional que le permitan abastecerse.
