De $2 millones de dólares es la recompensa que ofrecen el Buró de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en ingles) y la Policía del Estado de Nueva Jersey (NJSP) por la prófuga de la justicia Joanne Chesimard, quien recibió refugio en Cuba, luego de que asesinó el 2 de mayo de 1973 al agente de la policía Werner Foerster, informa CubaNet.
Chesimard estuvo involucrada en un tiroteo violento ese día en la noche, durante una parada de tráfico donde murió Foerster, un oficial de tránsito que había detenido el vehículo donde se desplazaban en una autopista de Nueva Jersey, ella juntos a dos hombres.
La convicta «fue declarada culpable de este crimen, un crimen que, basado en mis 28 años en la aplicación de la ley fue una ejecución atroz de un oficial de la ley», explicó el agente del FBI, Gregory Ehrie.
La estadounidense militaba para el izquierdista Ejército Negro de Liberación (BLA), escapó de prisión en 1979 y huyó a Cuba, donde reside bajo el alias Assata Shakur.
Más allá de la posible repatriación de Chesimard y de otros elementos del Ejército Negro de Liberación que recibieron asilo en la Isla comunista, en el contexto del deshielo entre La Habana y Washington bajo el mandato de Barack Obama, cuando funcionarios cubanos y agentes del FBI abordaron la posibilidad de resolver algunos casos criminales, el hecho de que Shakur fuera devuelta a EEUU nunca llegó a materializarse.
Según Ehrie, buscan que Chesimard sea repatriada «bajo una orden del FBI (…) para completar su sentencia (…)».
Sin embargo, «parece que hay una mitología construida alrededor de Chesimard de que ella es de alguna manera una activista política o una persona influyente, y eso es más un problema del Departamento de Estado», añadió el agente del FBI.